La canadiense Novabank, primera entidad extranjera autorizada en Cuba para dar servicio a las mipymes
Economía
Reducen el impuesto sobre beneficios del 12% al 10% para las empresas que se implanten en la ZEDM
La Habana/El Banco Central de Cuba (BCC) ha autorizado a las compañías canadienses Groupe Novinvest Inc. y Les Fonds Génération Nova Inc., ambas con sede en la provincia de Quebec, a instalar en la Isla la entidad Novabank S.A. Como “banco corporativo de capital totalmente extranjero”, es el primero de su tipo que podrá atender al sector privado sin restricciones, al menos a priori.
Tal y como figura en la resolución publicada este jueves en una edición extraordinaria de la Gaceta Oficial, Novabank dará servicio a las personas jurídicas, incluyendo “bancos y entidades financieras, empresas mixtas, empresas partes de contratos de asociación económica internacional, empresas cubanas de capital extranjero, empresas extranjeras, empresas estatales, empresas del sector no estatal con personalidad jurídica (cooperativas y mipymes), sedes diplomáticas y organismos internacionales”.
Novabank podrá, por ejemplo, servir de agente financiero y agente de seguros
Las operaciones autorizadas son las habituales en un banco en cualquier país del mundo, entre ellas, otorgar préstamos y otros tipos de créditos. Además de abrir cuentas y mantener depósitos en moneda extranjera, realizar transacciones o emitir tarjetas, Novabank podrá, por ejemplo, servir de agente financiero y agente de seguros.
Antes que la entidad canadiense, el régimen había aprobado la presencia del banco ruso Novikombank, en junio de 2024, y del español Alto Cedro, en julio de 2023, pero con más limitaciones. El primero solamente da servicio a las empresas del gigante eurasiático presente en la Isla y el segundo no realiza operaciones para las micro, pequeñas y medianas empresas “salvo las que autorice previamente el Banco Central de Cuba”.
Novikombank, además, se implantó en el país con el objetivo de “desarrollar una infraestructura financiera independiente” capaz de esquivar las sanciones de Estados Unidos, en palabras de Serguei Baldin, jefe de la oficina comercial rusa en La Habana.
En el caso de Alto Cedro –fundado por Javier Botín, miembro de la familia que maneja el banco español Santander, del cual es “consultor externo”–, una fuente vinculada a la directiva de la empresa, que pidió anonimato, aseguró a 14ymedio que la corporación pretendía hacer negocio con los privados sin restricciones, pero el Gobierno se negó. “El objetivo de la restricción es beneficiar a las instancias estatales y a las mipymes que ellos autoricen”, aseguraba poco después de haber sido aprobado el banco, de ahí que cada inciso de la nueva licencia contenga la posibilidad de “permisos especiales” del BCC.
Precisamente porque en el caso de Novabank no incluyen cortapisas, la decisión ha sido interpretada de inmediato como una flexibilización, en principio beneficiosa para las mipymes. Así Oniel Díaz Castellanos, fundador de la consultora Auge, quien recuerda las diferencias entre Novabank y Alto Cedro en un post en Facebook.
El banco de capital canadiense podría introducir un nuevo esquema para transacciones en moneda extranjera, esencial para actores económicos privados"
“La medida aborda un punto crítico para los negocios en Cuba: la operatividad con divisas”, escribe el empresario cubano. “El banco de capital canadiense podría introducir un nuevo esquema para transacciones en moneda extranjera, esencial para actores económicos privados, tanto dentro como fuera del país. Además, facilitaría el financiamiento de emprendimientos y aportaría mayor seguridad y transparencia en las operaciones”.
Díaz Castellanos advierte de que “para evaluar el impacto real, será clave conocer las condiciones específicas” que deberán cumplir las entidades a la hora de abrir cuentas, realizar transacciones o solicitar créditos. Y recuerda que, al tratarse de un banco corporativo, “no ofrecerá servicios a personas naturales, donde se incluyen los trabajadores por cuenta propia”.
Otra medida que busca alentar la inversión también fue publicada este jueves, en este caso en una Gaceta ordinaria. Se trata de una pequeña modificación al reglamento de la Zona Especial de Desarrollo de Mariel (ZEDM) de 2013, concretamente al artículo 58.
Ahora, las empresas que se implanten en la ZEDM verán reducido el impuesto sobre utilidades –que era de un 12%– a un 10% durante cinco años. El resto de condiciones fiscales se mantienen igual: un 1% para el pago de los impuestos sobre las ventas o sobre los servicios, según sea el caso, y un 14% por la contribución a la Seguridad Social a los que tengan asalariados.