El Comité Central, núcleo duro del Partido Comunista, se refuerza con dos generales
Cuba
El X Pleno apuesta por el cierre de filas y la militarización del aparato político
La Habana/El X Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) inició este viernes en el Palacio de la Revolución con los habituales discursos cargados de una retórica de resistencia. La cita, que concluirá este sábado, hizo un llamado al análisis profundo y a la movilización nacional, aunque el resultado inmediato fue una mayor militarización del aparato político.
En un contexto donde la escasez, el deterioro de servicios esenciales, la migración masiva y el desencanto social alcanzan niveles críticos, la dirigencia decidió reforzar el núcleo del Comité Central con figuras provenientes directamente de las Fuerzas Armadas y el Ministerio del Interior. El general de división Raúl Villar Kessel, jefe del Ejército Central, así como el general de brigada Oscar A. Callejas Varcalce, jefe de la Dirección Política del Ministerio del Interior, fueron cooptados como nuevos miembros del órgano máximo del PCC. La “unanimidad” que aprobó sus ingresos no sorprende, sino que sigue la lógica del consenso total que caracteriza a estos eventos.
También se sumó al general de brigada Oscar A. Callejas Varcalce, jefe de la Dirección Política del Ministerio del Interior
La tercera persona en suplir las vacantes generadas por el movimiento interno de cuadros fue Magda Resik Aguirre, vicepresidenta primera de la Uneac. Rostro frecuente en la televisión oficial, la conductora y guionista ha calificado el hartazgo de la población que se manifiesta en las redes sociales como una obra de “los enemigos de la Revolución”, quienes “no escatiman esfuerzos en ofrecer una plataforma teórica al desencanto y la deslegitimación del socialismo”.
Presidido por Miguel Díaz-Canel, primer secretario del Partido y presidente de la República, el Pleno arrancó con apelaciones a la unidad y denuncias del embargo estadounidense, en un intento por justificar la parálisis económica y social que asfixia a millones de cubanos.
El evento “de vital importancia” comenzó sin la presencia de Raúl Castro Ruz
A pesar de que el evento fue catalogado como “de vital importancia”, comenzó sin la presencia de Raúl Castro Ruz. Su ausencia en este tipo de reuniones se ha vuelto cada vez más frecuente. Tampoco asistió al Pleno anterior, celebrado en diciembre, aunque no faltó al acto de ascenso de las figuras principales del Ministerio del Interior, el pasado 6 de junio.
Más allá del teatro político, la incorporación de dos altos mandos militares a la estructura de dirección partidista evidencia una tendencia clara: el régimen encara la crisis cerrando filas, en lugar de dar señales de reforma política. Lejos de renovar ideas, insisten en blindar posiciones. Ante el colapso económico y la erosión del control ideológico, la cúpula apuesta por la disciplina castrense como garantía de estabilidad interna.
La cúpula apuesta por la disciplina castrense
A pesar de las referencias simbólicas a Fidel Castro y a las fechas patrióticas del calendario revolucionario, este X Pleno se asemeja más a una declaración de supervivencia política que a una estrategia de futuro. La ausencia de Raúl Castro no marca el fin de una era, sino el avance de una dirección cada vez más desconectada del país real, encerrada en su narrativa épica mientras el pueblo enfrenta colas infinitas, apagones, inflación descontrolada y una profunda desesperanza.
El Partido Comunista de Cuba, lejos de ser “brújula y fuerza”, como proclamó el secretario de Organización Roberto Morales Ojeda, sigue siendo un muro. Y este X Pleno lo está confirmando.