La Contrainteligencia Militar hostiga a los que denuncian la corrupción en las gasolineras en Cuba
"Agentes del CIM tumbaron mi puerta para tratar de callarme", revela el organizador de las colas de varios Cupet
La Habana/Una llamativa denuncia se encuentra en los grupos de Telegram en los que se coordina el despacho de combustible en aquellas gasolineras de La Habana en las que aún no funciona la aplicación Ticket. “Alguien muy cercano me ha dicho que estoy ‘enfermo de comunismo’ y si se trata de exigir que se respeten los derechos del pueblo, reclamar lo que nos corresponde y pedir que se cumpla lo establecido, pues sí, estoy enfermo”, comenzaba su mensaje Pedro Garcés, organizador de los servicentros de El Vedado y del grupo social Gente de Barrio.
“Nadie mejor que mi equipo de trabajo y yo sabemos de los desvelos y enojos que estamos sufriendo con el tema combustible (desde anoche con un nuevo hecho en el Cupet del Riviera) simplemente porque hay quienes se creen los ‘dueños’ del pueblo y piensan que pueden hacer y deshacer con total impunidad”, continuaba el hombre, aludiendo a un asunto que explicaba en otro mensaje.
El trabajador, que cuando entró en vigor la app Ticket para los servicentros de 17 y L y Tángana –que él coordinaba–, pasó a hacer lo propio con el Riviera, denunció este domingo: “Lamentablemente, una vez más, no hay transparencia ni entendimiento por parte de los responsables del combustible del Cupet Riviera y nosotros”.ç
"Hay quienes se creen los dueños del pueblo y piensan que pueden hacer y deshacer con total impunidad"
Y proseguía: “Anoche cerraron sin previo aviso a las 9:00 pm, informando luego que atenderíamos los pendientes (que ya estaban convocados) en la mañana de hoy. Para sorpresa nuestra, al reclamar la cantidad de combustible que nos debía quedar por nuestros controles (para 50 carros) nos dicen que sólo para 30 y para no entrar en discordia, convocamos sólo 30. Lo peor es que al llegar allí, nos mandaron a cancelar la convocatoria porque ‘no hay combustible’”.
A la vez que ofrecía disculpas a los clientes, decía: “Sigo sin entender y esperando que alguien tome cartas en el asunto”. Este mismo sábado, Roberto Gelaber informaba en el grupo del Riviera: “Entró pipa, estén atentos a las convocatorias”.
Sus mensajes, aunque no detallan las circunstancias específicas de lo que ocurrió en el Riviera, acusan directamente a la corporación Cimex, perteneciente al conglomerado militar Gaesa y responsable de los Cupet. “Tristemente es lo que está proliferando hace mucho tiempo en mi país y esos mismos violadores que lucran con lo que no es de ellos (porque hasta donde sé, Cimex aún no es privado), se sienten por encima de leyes y cargos y así se lo permiten. ¿Hasta cuándo hay que aguantar tanta falta de respeto e incomunicación?”.
Más aún, reveló que ha sido hostigado por agentes de la Contrainteligencia Militar (CIM). “Han importunado mi descanso y el de mi familia, tumbando mi puerta para tratar de callarme”, asegura, y clama: “Los estoy esperando con las respuestas a tantas denuncias realizadas y que han podido comprobar que la población no miente”.
“El mal es de fondo, el mal es de los que no quieren que nuestro país mejore, y no es solo el enemigo a 90 millas”
Numerosos usuarios de los grupos no han tardado en respaldar a los esforzados coordinadores. Así, Brynden, que se muestra de acuerdo en señalar la impunidad de Cimex y “su banda de corruptos” y pide: “Fuera la corrupción y la impunidad de las empresas socialistas”.
“El mal es de fondo, el mal es de los que no quieren que nuestro país mejore, y no es solo el enemigo a 90 millas”, dice en un largo mensaje de apoyo Ernesto Burgos. “Son los que tenemos aquí que reciben sus maletines llenos de dinero por autorizar y permitir la corrupción”. Para este usuario, “esos de la CIM que le tocaron la puerta para exigirle silencio son mandados por otros corruptos que reciben las ganancias de lo que se hace en el Cupet Riviera y en otros muchos lugares más, donde se lucra con lo que pertenece al pueblo”.
Yamira González secunda: “Ya es hora de ponerle un stop al Cupet Riviera, del que tantas quejas se han dado y a nadie le importa”. En su mensaje, además de felicitar a Pedro Garcés y los suyos, alude al que se dice “representante del gobierno” en esa gasolinera, “un flaco” que “se cree el dueño, con mala forma, groserías y faltas de respeto, sin contar el gran negocio que tiene y sigue impune”.
La mujer expresa también su extrañeza por el hecho de que el Tángana y 17 y L, en El Vedado, que “eran los Cupet más organizados”, fueron precisamente “los primeros en pasar a Ticket”.
Una de las principales objeciones de los habaneros a Ticket, que comenzó a implementarse el pasado 13 de marzo, es precisamente que no iba a funcionar tan bien como los mencionados grupos de Telegram. En ellos, argumentaban entonces los choferes afectados, “por lo menos tenemos a gente real dando la cara y organizando la cola”.
Los encargados de esos grupos, como Esther Lilian Pérez Trujillo, en las gasolineras de Guanabacoa, o Pedro Garcés, en El Vedado, probaron llevar con eficiencia –y en algunos casos mano dura– su tarea. Una mano que no está temblando para denunciar a instancias más poderosas.