Cuba recibe arroz de Colombia, donde hay sobreproducción
Alimentación
Los productores venderán 1.404 toneladas y el Gobierno colombiano subvencionará la exportación
Madrid/Este miércoles, en un puesto del mercado del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT), en 17 y K, un cartel anunciaba la venta de arroz importado a 310 pesos la libra. Hacía pocas horas que entró en las bodegas de La Habana el producto correspondiente al mes de mayo. “¿Cómo puede comer arroz la gente más humilde con estos precios?”, se preguntaba un habanero que recorría el agro. “En mi casa hay que comprar una libra diaria, para almuerzo y comida de 3 personas. Son 9.300 pesos mensuales y la chequera de mi mamá es de 1.500 pesos: mi padrastro por el estilo. Ni arroz pudieran comer si no existiera yo”, lamenta.
En un mundo paralelo, en el departamento de Tolima, Colombia, se produce tanto arroz que los precios han caído a mínimos. En 2023, produjo 685.576 toneladas del producto, más del 21% de la producción nacional, por lo que el Gobierno colombiano ha propiciado un acuerdo con el que darle salida a 1.404 toneladas que exportará a Cuba. Aunque es una nimiedad para la región –y los campesinos han advertido que no resuelve sus problemas, toda ayuda es bienvenida para la Isla, que apenas cosechó el pasado año unas 80.000 toneladas del producto básico para su dieta. Con ellas solo cubre el 11% de la demanda.
Cuba invirtió el pasado año más de 300 millones de dólares para importar 407.000 toneladas de arroz para compensar su déficit y no se sabe cuánto pagará ahora por este acuerdo directo con el Gobierno de Colombia, que subvenciona la exportación del producto a la Isla para minimizar los costos de las empresas nacionales.
Se prevé que 4.968 pequeños productores de arroz del Tolima exporten su cereal al mercado de la Isla, “lo que generará negocios superiores a los 5.984 millones de pesos durante un año”, lo que equivale a 1.487.817 de dólares
Según la Agencia de Desarrollo Rural el comercio será directo entre los pequeños productores y Cuba y prevé que 4.968 pequeños productores de arroz del Tolima exporten su cereal al mercado de la Isla, “lo que generará negocios superiores a los 5.984 millones de pesos durante un año”, lo que equivale a 1.487.817 de dólares.
Se comercializarán 1.644 toneladas de arroz blanco anuales de las que 1.404 irán a parar a la Isla, mientras 240 se quedan para abastecer programas sociales en Colombia, “posicionando al país como un proveedor confiable de alimentos y reafirmando el potencial de la asociatividad campesina”, destaca en un comunicado de prensa la agencia gubernamental.
Pero esto no es ninguna solución para Dignidad Agropecuaria Colombiana, una organización que lleva al menos un año reivindicando la intervención del Gobierno izquierdista de Gustavo Petro en un conflicto de compleja solución y por el que está convocado un paro entre el 7 y el 14 de julio.
“Presidencia de la República anuncia que se exportarán 1.644 toneladas de arroz, con subsidio, seguramente al exportador para poderlas vender, pero el país recogerá más de 2 millones de toneladas en la cosecha que ya comenzó. Esta exportación es un esfuerzo, pero no soluciona ni el 0,1%”, lamenta este movimiento campesino, que pide que se impongan precios remunerativos y estables, además de cumplirse los acuerdos alcanzados en una huelga anterior.
Entre marzo y abril, durante ese anterior paro, el Gobierno se comprometió a ofrecer subsidios para la comercialización, pero los meses fueron pasando mientras los campesinos veían las promesas incumplidas a la vez que se desplomaba el precio del cereal y se encarecía el de los insumos. Este acuerdo con Cuba es uno de los mecanismos para hacer efectivo el plan, pero el volumen de la venta subvencionada está, reclaman los productores, muy por debajo.
En Tolima, la región donde se produce el arroz que irá a parar a Cuba, la productividad es elevadísima. A pesar de ser la tercera zona en terreno dedicado a la siembra, es la que más cosecha del país y su rendimiento está por encima de la media nacional, con 7,3 toneladas por hectárea. El dato contrasta profundamente con las 1,6 que se consiguen en Los Palacios, en Pinar del Río, aunque la empresa vietnamita AgriVMA, que cultiva 1.000 hectáreas en usufructo en esa misma provincia, logra un rendimiento promedio de 7,2 toneladas por hectárea.
El dato contrasta profundamente con las 1,6 que se consiguen en Los Palacios, en Pinar del Río, aunque la empresa vietnamita AgriVMA, que cultiva 1.000 hectáreas en usufructo en esa misma provincia, logra un rendimiento promedio de 7,2 toneladas por hectárea
“El clima es muy bueno para la agricultura y está bien cómo los cubanos trabajan aquí, pero faltan muchos fertilizantes, por eso trajimos todo. Aquí el mayor problema es el transporte, el combustible, que estamos resolviendo con la empresa cubana”, dijo Trán Trony Pai, un especialista vietnamita en Los Palacios a la prensa internacional este junio.
“Queremos más rendimiento (en su negocio en Cuba), pero es la primera vez que sembramos aquí. Hay muchas cosas que estamos aprendiendo también: por ejemplo, a conocer la tierra”, agregó.
La crisis de la producción arrocera en Cuba han obligado al Gobierno a tomar medidas como esta, de arrendar por primera vez tierras a una empresa extranjera, pero también a depender de donativos de algunos de sus países socios –principalmente el propio Vietnam y China– o a importarlo de Brasil, Uruguay o Canadá, topándose habitualmente con dificultades para pagar la carga.
La incapacidad del Gobierno para hacer efectiva la transacción ha provocado en varias ocasiones que los barcos tengan que permanecer dando vueltas alrededor de la Isla o parados en el puerto sin que pueda comenzar la descarga, mientras los cubanos siguen buscándose la vida a diario para poder completar su plato.