Encuentran en la playa de Varadero al niño que se ahogó en Camarioca

La Habana/Tres días después de su desaparición, el cuerpo de un menor de ocho años fue hallado sin vida en la playa de Villa Los Pinos, en Boca de Camarioca. Su familia había dado la voz de alerta a través de las redes sociales el sábado, después de que el niño se quedara solo con una niña a la orilla del mar.

El menor, cuyo nombre no ha trascendido, vivía en Limonar, un municipio de Matanzas situado a casi 25 kilómetros de la playa a la que acudió con su hermano, de 20 años, y otros familiares a pasar el sábado. Según los testimonios que han circulado en redes, los hechos ocurrieron cuando los mayores se distrajeron unos instantes, quedando los dos pequeños solos en el agua. 

Su círculo más cercano inició inmediatamente la búsqueda, a la que se unieron equipos especializados de rescate y salvamento, así como bomberos y otros efectivos del Ministerio del Interior. Voluntarios residentes en la zona también se acercaron para cooperar en la búsqueda, que se concentró en la orilla del mar, con apoyo de pescadores de la zona y tropas guardafronteras. 

Los esfuerzos resultaron en vano y el niño solo pudo ser encontrado muerto, según confirmó la prensa oficial, que situó el hallazgo en una playa cercana a Varadero, a la altura de la Calle 54, lo que supone una distancia de 13 kilómetros con respecto al punto de la desaparición.  

El fallecimiento del niño se produjo apenas un mes después que el de Carlos Javier Sánchez, un menor de 16 años arrastrado por el oleaje en las inmediaciones del Malecón, en Centro Habana. Los equipos de rescate encontraron el cadáver del adolescente dos días después de que se perdiera su rastro “en las cercanías de la Punta”, contó la prensa oficial.

Ambos casos se deben a imprudencias o distracciones, como han recordado numerosos usuarios en redes sociales, que recuerdan la importancia de estar vigilantes en estos escenarios que entrañan cierto riesgo. Según los datos más recientes de la Organización Mundial de la Salud, la cuarta parte de las muertes por ahogamiento que se producen en el mundo –300.000– corresponden a niños menores de cinco años. 

Un caso muy distinto, pero que dejó huella reciente en la Isla fue la muerte de Jonathan Oliva, el pasado 24 de febrero. El niño, que tenía 12 años, fue succionado por una alcantarilla durante unas lluvias torrenciales en La Habana. El mal saneamiento de las calles de la capital hizo colapsar incontables desagües que provocaron inundaciones de casi un metro en algunos puntos, por lo que cabe atribuir responsabilidad a las autoridades.