El Gobierno cubano sancionará a las empresas que rechacen la tarjeta rusa MIR

Economía

Díaz-Canel propone una conexión aérea directa entre San Petersburgo y La Habana, para relanzar el turismo ruso

A partir de ahora se calcula que pueden llegar unos 6.000 rusos cada semana a Varadero. (Prensa Latina/ Archivo)
Cuba aspiraba a captar este año los 200.000 turistas rusos que no alcanzó el pasado año, pero la caída en el primer trimestre es del 50%. / Prensa Latina/ Archivo
14ymedio

06 de mayo 2025 - 08:42

Madrid/El viaje de Miguel Díaz-Canel a Rusia para asistir a las celebraciones del 80 aniversario de la victoria del Ejército soviético sobre la Alemania nazi, que se conmemora el próximo 9 de mayo, acapara la prensa oficial sin que se pueda leer ningún resultado concreto de la visita. La cita está resultando más institucional y propagandística de lo que previsiblemente querría el Gobierno, que ayer hizo un anuncio que ni siquiera es tal.

El presidente cubano se reunió con el gobernador de San Petersburgo, Alexandr Beglov, en el palacio Smolny –cuartel general bolchevique en la Revolución de Octubre– y con él exploró las opciones para el establecimiento de vuelos directos entre esa ciudad y La Habana. Y esa es, por ahora, la no noticia que las agencias internacionales han reproducido, citando declaraciones de Díaz-Canel a Tass. El mandatario dijo que se trabaja para incrementar el número de turistas de la segunda ciudad del país a la Isla y que se consideran las opciones para esa ruta hacia La Habana. 

Si se logrará esa conexión, está por ver. Las compañías deberán decidir si les compensa esa vía, justo en pleno declive del turismo ruso a la Isla. En el primer trimestre del año, la caída de este mercado fue del 50%, al llegar apenas 33.395 viajeros del país, frente a los 66.879 del pasado año. 

En el primer trimestre del año, la caída de este mercado fue del 50%, al llegar apenas 33.395 viajeros del país, frente a los 66.879 del pasado año

El anuncio de Díaz-Canel ha llevado a la prensa rusa a reflotar una información que el ministro cubano de Turismo, Juan Carlos García Granda, dio la pasada semana en la Feria Internacional del sector (FitCuba) y que hasta la fecha no había trascendido. En medio de un furor por atraer rusos que no acaba de triunfar, el Gobierno cubano aprobó a principios de 2023 el uso de tarjetas Mir en la Isla y se comprometió a acelerar su implantación –tanto en el pago como en la extracción de rublos en cajeros– para dar facilidades a los turistas de Rusia. 

Aparentemente insatisfechos con el proceso, las autoridades habían hablado en varias ocasiones de una expansión más amplia, pero ahora anuncian la extensión “total” y advierten de las consecuencias que podría implicar resistirse al proceso. 

“Hemos emitido recomendaciones claras para el campo del turismo: todo el mundo debe aceptar tarjetas Mir, independientemente de las preferencias técnicas. Estamos preparando la segunda etapa: si el negocio se niega a cumplir con este requisito, sus actividades pueden ser limitadas”, dijo García Granda a Ria Novosti.

El ministro aseguró que ya hay más de 20.000 hoteles y comercios minoristas que aceptan la tarjeta rusa, pero que la cobertura debe ser completa. A falta de más detalles, de sus declaraciones se infiere que los privados o cuentapropistas podrían perder sus licencias si no aceptan este sistema de pago, que no parece estar siendo un estímulo suficiente para incentivar el turismo del país euroasiático.

A falta de más detalles, de sus declaraciones se infiere que los privados o cuentapropistas podrían perder sus licencias si no aceptan este sistema de pago

En 2024, el Gobierno cubano había calculado que era posible atraer a 200.000 visitantes de Rusia a la Isla, basándose en unos datos prometedores de 2023 en los que influían las sanciones occidentales sobre el país por la invasión de Ucrania. 

Sin embargo, finalmente solo llegaron 185.816 rusos, incluso a pesar de que fue uno de los orígenes con mejor desempeño, ya que creció un 0,5% frente a los descalabros del turismo de casi todos los países (solo México, con un 0,8% más de viajeros, superó a Rusia). García Granda dijo entonces que la previsión de 200.000 debería esperar a 2025 y anunció negocios que tampoco aún se han concretado. 

“Creo que estamos muy cerca del hecho de que los primeros hoteles construidos por empresarios rusos aparezcan en Cuba. Además, varios hoteles existentes podrían ser transferidos a la gestión de compañías de viajes de Rusia”, sostuvo. Nada ha vuelto a saberse.

No es un buen momento para invertir en el sector, a pesar de que el primer ministro, Manuel Marrero, anunció nuevas medidas para un giro en la política turística durante FitCuba, además de ventajas para China, el mercado al que aspira ahora. Hace menos de un mes que trascendió a través de la agencia española EFE que el Gobierno está impidiendo a las empresas extranjeras repatriar las divisas de sus cuentas bancarias. 

Según sus fuentes, está previsto que, a cambio, puedan abrir nuevas cuentas “ilimitadas” que tendrán respaldo monetario. Estas cuentas, no obstante, admitirán solamente capital nuevo, pues, afirma la agencia, no se puede traspasar el de las cuentas previas: solo se aceptarán transferencias del exterior. Mientras algunos empresarios han lamentado una decisión que les impide llevarse su propio dinero, otros señalaron que ya estaba ocurriendo desde hacía tiempo y confían en que con las nuevas cuentas puedan realizar operaciones internacionales o repatriar beneficios. 

Entre los que no dudan en mantener su lealtad, contra viento y marea, está Miquel Fluxà, presidente de la hotelera balear Iberostar, que ha aprovechado su paso por FitCuba la pasada semana para expresar su confianza en la recuperación del turismo de la Isla. 

“He venido todos estos 30 y pico de años con cariño, sin buscar nada, y me he sentido muy respetado y muy querido por los cubanos, lo cual me ha impulsado a desarrollar todos los negocios que estamos haciendo aquí"

“Creemos que en Cuba las cosas pueden mejorar”, dijo el empresario a Televisión Cubana. Fluxà señaló que su empresa apuesta por el desarrollo del turismo urbano, algo que parece avalar que haya asumido la gestión del hotel ubicado en la polémica Torre K de La Habana, que abrió sus puertas a finales de febrero y ha recibido a escasos clientes.

“He venido todos estos 30 y pico de años con cariño, sin buscar nada, y me he sentido muy respetado y muy querido por los cubanos, lo cual me ha impulsado a desarrollar todos los negocios que estamos haciendo aquí. Estamos intentando hacer las cosas de la mejor intención, la mejor calidad”, dijo Fluxà, que dejó toda una declaración de amor a sus trabajadores en la Isla.

“Estoy muy satisfecho y muy orgulloso porque tenemos un grupo de personas que quieren a la empresa. Lo importante no es hacer las cosas por obligación, sino hacerlas por devoción, y realmente nosotros tenemos un equipo de gente que quiere a la empresa. Dentro de las circunstancias, procuramos que estén felices y hacemos todo lo posible para educarlos, para formarlos y para darles oportunidades. La gente es humana, es buena y realmente es difícil que no quieras a Cuba”, concluyó.

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