La imposible tarea de entregar los salarios en efectivo retrasa los pagos en Ciego de Ávila

Los cubanos desconfían de las autoridades y exigen billetes

Cola en un cajero de Holguín un día después de saberse que los trabajadores de Salud habían cobrado.
Cola en un cajero de Holguín un día después de saberse que los trabajadores de Salud habían cobrado. / 14ymedio
14ymedio

17 de marzo 2025 - 15:07

Madrid/En 2024 y lo que va de este año, todos los meses ha habido atrasos en el pago de los salarios estatales de Ciego de Ávila. Aunque el problema no es solo en esta provincia ni se limita a este año, como ha denunciado 14ymedio con anterioridad, la prensa oficial afronta este lunes la preocupante situación en este territorio, donde se unen dos motivos esenciales: el déficit en las cuentas públicas y la escasez de recursos humanos.

Entrevistada por el diario Invasor, Damaris Betancourt Machado, directora de Finanzas y Precios en la provincia, explica que el Estado está aportando dinero para el pago de los salarios de algunos sectores –especialmente Educación, Salud, Cultura, Deporte y todos los del ámbito social– en siete municipios y 21 unidades estatales que están deficitarias. Solo hay tres municipios –no especificados– con superávit y que, por tanto, sí generan el dinero que necesitan para pagar a sus trabajadores.  

La funcionaria contó que el 60% de los gastos previstos para este año son de personal, incluyendo un 3,4% para la asistencia social. El mecanismo de intervención del Estado precisa que las empresas entreguen la documentación para que se consignen tanto el salario como el resto de tributos. Una vez recibido, la Tesorería dispone legalmente de 72 horas para depositar el dinero. Sin embargo, la realidad se impone. 

El número de trabajadores estatales afectados es muy alto para la cantidad de empleados disponibles para procesar toda la información y enviarla, “hecho que constituye la mayor deficiencia en la actualidad”

El número de trabajadores estatales afectados es muy alto para la cantidad de empleados disponibles para procesar toda la información y enviarla, “hecho que constituye la mayor deficiencia en la actualidad”, señala el medio. Para ello han tenido que desplazar al personal o contratar específicamente a quien lo haga, “pero sigue siendo una situación compleja y no es un problema resuelto aún”.

El medio ha consultado también a Héctor Hung Martínez, director provincial del Banco Popular de Ahorro (BPA), que dijo que tienen una estimación del monto necesario para ello, pero instó –sin hacerlo explícito en ningún momento– a los trabajadores a cobrar mediante su nómina domiciliada y hacer uso de las tarjetas para evitar la necesidad de la entidad de tener disponible el efectivo, algo que intentan reducir al máximo, según dejó caer.

“Para el BPA mantienen igualdad de prioridad todas las entidades y trabajadores, por lo que todo el mes se trabaja en función de reunir el efectivo que requieren los organismos para el pago de los salarios”, dijo. Pero dada la necesidad de garantizar la operativa diaria y entregar la pensión a los jubilados, lo más adecuado es no acudir a extraer. 

“La nómina domiciliada y la tarjeta magnética no se diseñaron – explica– con el objetivo de que el trabajador tuviera que asistir después al banco a sacar su dinero, ya que ese paso no es funcional para ninguna de las partes”. La mayoría de cubanos, poco confiados en el sistema bancario y financiero del país, sigue haciendo fila para retirar su salario en el momento en que sabe que lo tiene disponible, algo que se ha ido complicando cada vez más. 

En su esfuerzo por motivar a los ciudadanos a que desistan de este método, el directivo añade que es contraproducente faltar al trabajo para ir al banco, como también lo es para la sucursal hacer el doble trabajo de acreditar la disponibilidad en la tarjeta del cliente si este después va a hacer una extracción total en efectivo.  

Los cajeros tienen, además de las limitaciones normativas, las técnicas, entre las que Hung Martínez expone una que, hasta la fecha era poco o nada utilizada: el sobreuso de los billetes hace que lleguen tan deteriorados que la máquina no los dispensa bien. En esos casos, el dinero debe mantenerse en las cajas para ser entregado de manera manual, mermando aún más disponibilidad en los cajeros automáticos.

Roberto Pérez García, del Secretariado de la Central de Trabajadores (CTC) en Ciego de Ávila, concuerda en que el problema está en que las entidades no están asegurando la documentación del sueldo por falta de personal, pero recuerda que es una obligación legal pagar en tiempo y forma a los empleados. 

Aunque existen, admite, circunstancias excepcionales que permiten aplazamientos, la ley también obliga a que se realicen dentro de un marco previsto, que incluye la obligación de informar de la modificación del plazo de pago con 15 días de antelación, y no de manera inesperada. Los retrasos se justifican a veces ”alegando que la dirección de Finanzas y Precios no ha situado el salario, pero, cuando se revisa, es porque no han organizado la entrega de la documentación a tiempo”.

Además, la falta de efectivo es algo que genera una gran inconformidad entre los trabajadores, dijo. 

Además, la falta de efectivo es algo que genera una gran inconformidad entre los trabajadores, dijo

Invasor incide en la importancia de pagar el salario no solo por una cuestión legal, sino porque lo contrario “desmotiva y priva al trabajador de lo necesario para el sustento familiar”. 

“Vamos a los sindicatos provinciales, que son quienes tienen la responsabilidad directa de actuar en estos casos, y exigimos el cumplimiento del convenio. Fuera de los límites de la entidad, acudimos a los organismos intermedios de dirección”, dice el sindicalista, que recuerda que la violación del convenio colectivo podría dar lugar a una denuncia.

No obstante, y pese a lo reiterado de los impagos, nunca la CTC ha convocado una huelga, como cabría esperar de una organización sometida al partido único que dirige el país.

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