Liberado un salvadoreño condenado a 30 años de prisión por poner una bomba en La Habana

Cuba

Otto René Rodríguez Llerena fue el autor de la explosión que solo hizo daños materiales en el hotel Meliá Cohiba en 1997

Rodríguez Llerena durante una entrevista con Televisión Cubana.
Rodríguez Llerena durante una entrevista con Televisión Cubana. / Youtube
14ymedio

16 de agosto 2025 - 07:42

La Habana/El salvadoreño Otto René Rodríguez Llerena fue liberado este viernes de la prisión en la que permanecía en Cuba tras cumplir una condena de 30 años por su participación en un atentado terrorista perpetrado en 1997 en el hotel Meliá Cohiba, en La Habana, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores. Según el comunicado oficial, Rodríguez Llerena “ha cumplido su condena y, de acuerdo con la legislación del país, ha sido puesto en libertad”.

Inicialmente, en 1998, Rodríguez Llerena había sido condenado a la pena de muerte por el delito de “terrorismo con carácter continuado”, durante un juicio en La Habana. Asimismo, confesó haber recibido pagos del exiliado cubano Luis Posada Carriles para llevar a cabo el atentado e introducir explosivos en el país.

La sentencia indica que, el 3 de agosto de 1997, Rodríguez Llerena colocó un explosivo en el vestíbulo del hotel Meliá Cohiba y, aunque no hubo víctimas fatales, la explosión provocó daños materiales.

Diez meses después, el 10 de junio de 1998, Rodríguez Llerena regresó a Cuba, donde fue arrestado por la Aduana al intentar ingresar con 1.519 gramos de explosivos C-4, dos detonadores y dos relojes usados también para armar el explosivo. En diciembre de 2010, el Tribunal Supremo Popular decidió sustituir la pena de muerte impuesta inicialmente por una condena de 30 años de prisión en un acto que el propio régimen calificó de “coherente y humano”.

“Estados Unidos permite que se financien y organicen actos terroristas contra Cuba desde su territorio, otorgando impunidad a sus autores”, dijo la Cancillería

Tras el anuncio de la salida de Rodríguez Llerena, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, destacó en redes sociales que mientras Cuba libera al salvadoreño tras el cumplimiento de su sentencia, “Estados Unidos permite que se financien y organicen actos terroristas contra Cuba desde su territorio, otorgando impunidad a sus autores”. La Cancillería señaló además que “varios de estos individuos han vivido libres en Miami durante décadas”, y que algunos incluso fallecieron sin ser juzgados, como Luis Posada Carriles y Orlando Bosch.

No obstante, Cuba también ha ofrecido refugio a personas buscadas por la justicia estadounidense, como Joanne Chesimard, alias Assata Shakur, ex integrante del movimiento Panteras Negras y condenada por el asesinato de un policía en Nueva Jersey en 1973. Chesimard escapó de prisión y se refugió en la Isla en 1984. 

Otro caso es el de William Morales, militante independentista puertorriqueño acusado de fabricar los explosivos utilizados en el atentado del 24 de enero de 1975 en la Taberna Fraunces de Nueva York, que dejó cuatro muertos y numerosos heridos. Nacido en 1950 en ese mismo estado, Morales fue detenido en 1979 por posesión de explosivos, pero logró fugarse a México –donde también fue detenido y volvió a escapar–, y desde allí a Cuba. 

Al puertorriqueño se le atribuye la fabricación de todas las bombas utilizadas por las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional Puertorriqueña (Faln), y él mismo sufrió graves heridas tras una explosión accidental en su hogar en la que perdió un ojo y nueve dedos. En EE UU fue sentenciado a 89 años de prisión, pero logró escapar con ayuda de un médico vinculado a una organización comunista.

El pasado enero el secretario de Estado Marco Rubio exigió a La Habana la entrega de Morales a la justicia estadounidense

En enero pasado, al cumplirse 50 años del atentado de Nueva York, el secretario de Estado Marco Rubio exigió a La Habana la entrega de Morales a la justicia estadounidense. Morales, sin embargo, sigue en la Isla, donde se casó y tuvo hijos. 

A pesar de estas circunstancias, y en el marco de la reciente liberación de Rodríguez Llerena, la Cancillería cubana subrayó que el país “actúa conforme a sus leyes y asegura que los responsables de actos terroristas rindan cuentas ante la justicia”. Además, reiteró su compromiso con la lucha contra el terrorismo, la defensa de los derechos humanos y la importancia de que la comunidad internacional exija responsabilidades a quienes promueven este tipo de acciones.

A finales de 2024 fue liberado otro salvadoreño, Raúl Ernesto Cruz León, también beneficiado con la conmutación de la pena de muerte por 30 años de prisión. Cruz León fue condenado por participar en los atentados de 1997 contra varios hoteles y centros turísticos de La Habana, incluyendo el Nacional, Capri, Copacabana, Tritón, Chateau-Miramar y el restaurante La Bodeguita del Medio. En uno de estos atentados falleció el empresario italiano Fabio di Celmo, de 32 años, y otras siete personas resultaron heridas.

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