La madre de Damir vuelve a acusar a la Salud cubana de darle un "falso diagnóstico"

En una conferencia de prensa en Miami, Eliannis Ramírez desmintió a los médicos entrevistados por Televisión Cubana

Eliannis Ramírez compareció frente a la prensa de Miami en el Museo de la Diáspora Cubana.
Ramírez compareció frente a la prensa de Miami en el Museo de la Diáspora Cubana. / Captura/Youtube
14ymedio

01 de abril 2025 - 09:52

La Habana/Eliannis Ramírez, madre del niño de 10 años paciente de una enfermedad grave Damir Ortiz, compareció el lunes frente a los medios de Miami para ofrecer su prometida réplica a la versión oficial de su caso. La madre acusó a los médicos que hablaron en Televisión Cubana de nunca haber tratado “directamente” a su hijo, y aseguró que, por una negligencia de los hospitales, le fue diagnosticada una leucemia aguda que no padece.

En una rueda de prensa organizada en el Museo de la Diáspora Cubana, en Miami –ciudad a la que viajaron en marzo madre e hijo para recibir atención médica–, Ramírez explicó que Damir ha mejorado su condición y tiene un tratamiento adecuado. No dijo cuál ha sido el diagnóstico de los sanitarios que lo atienden en Florida más allá de la enfermedad genética que padece el niño, que causa la aparición de tumores y que ha tenido efectos irreversibles en su cuerpo. 

Dejó claro, sin embargo, que su mejoría no se debe a un diagnóstico acertado de los facultativos cubanos, como declararon los médicos entrevistados por el vocero del régimen Humberto López, sino a que en EE UU sí recibe el tratamiento apropiado.

Ramírez también contestó a otra acusación: que la condición del menor había empeorado por haberse negado ella a autorizar una biopsia para Damir en el Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, en La Habana, retrasando así el tratamiento. “Yo tuve suficientes razones y suficientes motivos para no dejar que hicieran esa biopsia”, explicó la madre, enumerando las malas experiencias que había sufrido con otros tratamientos inadecuados o demasiado “invasivos” para su hijo que la llevaron a rechazar el análisis.

Cuando Damir fue trasladado al Instituto de Neurología y Neurocirugía, sí autorizó que se hiciera la prueba, además de un medulograma

No obstante, aclara, cuando Damir fue trasladado al Instituto de Neurología y Neurocirugía, sí autorizó que se hiciera la prueba, además de un medulograma. A raíz de esos análisis, contó, los hematólogos del centro dieron “el falso diagnóstico de que mi hijo tenía una leucemia aguda”. “Esos médicos me estaban dando el diagnóstico de que mi niño tenía un linfoma de Burkitt, una leucemia en cuarto estadio, en las últimas”.

Solicitado por los periodistas, Alfredo Melgar, especialista en medicina interna, secundó la declaración de Ramírez. Según el sanitario, si Damir llegó en estado crítico a Estados Unidos fue por “el abandono y la negligencia” de la Salud Pública de la Isla y, añadió, “culpar a su madre es una bajeza”. 

Melgar no solo criticó los medulogramas que le hicieron a Damir –al menos tres, según Ramírez–, tratamientos invasivos y con riesgo de infecciones y sangramiento a los que solo se recurre si es necesario, declaró. Los que se le hicieron al niño fueron inconclusos. Para empeorar la situación, continuó, tras el falso diagnóstico de leucemia Damir fue sometido a quimioterapia, otro tratamiento con fuertes efectos secundarios. 

“El diagnóstico fue falso porque un medulograma tan rápido no puede dar el diagnóstico”, dijo el médico sobre la prueba que, según Ramírez, tuvo un resultado en 12 horas, aunque los médicos cubanos aclararon que todavía faltaba estudios para completar el diagnóstico de Damir. “Las biopsias, en mi experiencia, tardan días. A veces hay que darle el alta al paciente a su casa y seguirlo porque no está la biopsia. [Pueden tardar] cinco, siete días. Eso quiere decir que se lo dieron en un tiempo récord, imposible. Ese diagnóstico fue falso. ¿Y cuál es la gravedad de un diagnóstico falso? Que el tratamiento es equivocado y lo someten a una terapia innecesaria y dañina. Esa es mi opinión médica”, zanjó el sanitario.

Ramírez también relató que había sido aislada dentro de los propios hospitales para que no se comunicara con otras madres en situaciones similares y que muchos de los exámenes médicos de Damir habían sido hechos “bajo presión”. Después de abandonar el país, alegó, el acoso no ha cesado.

Ramírez también relató que había sido aislada dentro de los propios hospitales para que no se comunicara con otras madres

“Las clarias me dicen: ‘tú tienes un pedazo de ti en Cuba. No hables así porque tú todavía tienes un pedazo tuyo en Cuba’”, citó la mujer, haciendo referencia a su hijo menor, de tres años, y a su madre, que residen todavía en la Isla. Preguntada sobre si pensaba quedarse en EE UU, Ramírez refirió que era una decisión difícil porque implica dejar atrás a su familia, pero que el tratamiento de Damir será “prolongado y pausado”.

Sobre los tratamientos que actualmente recibe Damir, Ramírez explicó que el niño está a la espera de una extirpación de su ojo izquierdo, en el que contrajo una bacteria no tratable con antibióticos. “No sé si fue en el Juan Manuel Márquez, no sé si fue en el Instituto de Neurología y Neurocirugía o en el Instituto de Hematología, pero como hay mala higiene en todos los hospitales por los que pasamos, mi niño contrajo una klebsiella (...). Hoy por hoy mi hijo tiene que perder el ojito izquierdo porque tiene una bacteria”.

Damir, añadió, tampoco ve por el ojo derecho por un tratamiento que recibió cuando tenía entre dos y tres años. “Él se quedó ciego de su ojito derecho por radiaciones que no llevaba. Y el Ministerio de Salud Pública cubano lo sabe, que a mi hijo le dieron quimioterapia y radioterapia para un tumor completamente benigno y que eso le ha traído consecuencias en su vida”, aseguró la madre.

La activista Diasniurka Salcedo Verdecia, residente en Miami y artífice de la salida del niño, intervino para dar detalles sobre los costos de traslados y tratamiento de Damir. Además de la ambulancia aérea, para la que se recaudaron miles de dólares en pocas horas, el menor “no ha pagado nada de su tratamiento” gracias a un seguro médico que le permitió también llegar a EE UU con el respaldo financiero que exigía el hospital, dijo.

Ramírez tampoco pasó por alto que el régimen cubano divulgara el caso de su hijo en televisión y sin su autorización

Ramírez tampoco pasó por alto que el régimen cubano divulgara el caso de su hijo en televisión y sin su autorización. “Ellos evitaron mencionar el nombre del niño, pero al final sí lo mencionaron”, expuso, aunque en el programa estaba claro de quién se hablaba, ninguno de los entrevistados nombró a Damir.

Sobre la indiscreción de Salud Pública, el doctor Melgar recordó que “la ley de privacidad del paciente es internacional (universal)”, y su violación conlleva “pérdida de la licencia del médico o de la enfermera, y expulsión del sistema de salud. Eso no se puede hacer. Y en el caso del niño lo hicieron sin el consentimiento de la madre”, denunció.

El pasado jueves las autoridades cubanas presentaron un especial informativo dirigido a “explicar los procedimientos que se siguen en las instituciones cubanas” a raíz del caso de Damir. Entonces, Salud Pública se atribuyó el mérito de haber dado a Damir un tratamiento que ha mejorado su situación después de su llegada a Estados Unidos y sostuvo que el principal obstáculo para la recuperación del niño había sido su madre.

Asimismo, Araiz Consuegra Otero, directora del Hospital Pediátrico Juan Manuel Márquez, explicó su decisión de negarse a entregar a la familia una carta que dijera que en Cuba no había recursos para luchar contra la enfermedad de Damir porque, defendió, no era así “ni desde el punto de vista investigativo ni desde el del tratamiento”.

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