Se está muriendo el río Yayabo en Sancti Spíritus, por la sequía y la basura

Sequía

Los apagones complican el bombeo y hace varias semanas que el agua no llega a la población

La malangueta prolifera en espacios contaminados y en aguas sobre las que frecuentemente se arroja basura.
La malangueta prolifera en espacios contaminados y en aguas sobre las que frecuentemente se arroja basura. / 14ymedio
Mercedes García

22 de mayo 2025 - 14:34

Sancti Spíritus/A duras penas fluye por Sancti Spíritus el Yayabo, un río al que este jueves castigan 35 grados de calor y una sequía que lleva semanas reduciéndolo a una simple cañada. La maleza y la basura le han restado cauce, el vapor del verano en el trópico lo hace intransitable y, dado el color del agua –de un amarillo enfermizo–, nadie que quiera permanecer saludable se atrevería a bañarse ahí ni a llevar sus animales.

No importa si se mira el Yayabo desde el puente peatonal o desde las afueras de la ciudad, la impresión será la misma. Su poco vigor y la mala calidad de sus aguas afectan el abasto de un municipio que siempre hizo su vida –desde la época colonial– junto al río y sirviéndose de él. 

Para limpiar las aguas sería necesario un potente buldócer que arranque de cuajo los pesados tallos

Ahora una gruesa capa de malangueta, especie invasora y destructora de ecosistemas, cubre el cauce. La malangueta prolifera en espacios contaminados y en aguas sobre las que frecuentemente se arroja basura y desechos de toda clase. En un país donde poca atención se le presta a los vertederos, es improbable que el Yayabo cuente con equipos que lo libren de la insistente plaga. Para limpiar las aguas sería necesario un potente buldócer que arranque de cuajo los pesados tallos.

Hace varias semanas que el agua no llega a Sancti Spíritus. El problema es común en todo el territorio nacional y tiene que ver no solo con la sequía sino también con los apagones. La falta de electricidad impide el bombeo de agua desde sus distintas fuentes –entre ellas el río– y sume a barrios enteros en la desesperación, por no contar con el más básico de los recursos ni con alternativas para conseguirlo. 

El Tuinucú está también seco y con poco cauce.
El Tuinucú está también seco y con poco cauce. / 14ymedio

Del Yayabo se alimenta el acueducto que envía agua a la zona sur de la ciudad. Son los del norte del municipio quienes menos trabajo pasan a la hora de conseguir el agua –que toman del río Tuinucú, tampoco en su mejor momento– mientras que sus vecinos dependen del estado del Yayabo. 

Los cortes de electricidad y el descenso del nivel del agua impiden que los espirituanos llenen sus tanques adecuadamente, y las autoridades han advertido que hay problemas técnicos que han obligado a reducir los ciclos de bombeo en ciertas zonas de la provincia, en particular el municipio cabecera y Cabaiguán. 

Aprovechando su cercanía con la conductora de agua de la ciudad, algunos vecinos se levantan temprano y a las siete de la mañana, si hay corriente, extraen un poco de agua para sus depósitos. Se trata de un verdadero privilegio, regido por la casualidad de si se vive o no cerca de la tubería. 

Muchos en Sancti Spíritu temen que el Yayabo siga el mismo camino que la presa Zaza

Muchos en Sancti Spíritu temen que el Yayabo siga el mismo camino que la presa Zaza, la mayor del país y afectada no sólo por la sequía sino por la pesca frenética, la invasión de especies y sobreexplotación agrícola de algunas zonas, que chupan el agua y trastornan el equilibrio del embalse.

Pero el flujo del agua o su disponibilidad es solo un aspecto del problema. Cuando sí llega a las casas viene con olor a pescado y muy turbia. Es el aspecto inconfundible del agua estancada, que hay que pensar dos veces antes de recolectar, y hervir muchas más antes de consumir. 

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