Pese a sus fracasos en Las Tunas, Walter Noris pasa a ser primer secretario del PCC en Camagüey

La Habana/Walter Simón Noris vuelve a Camagüey, la provincia donde nació y se formó como cuadro, tras un año de fracasos como primer secretario en Las Tunas. Dispuesto a probar que se puede ser profeta en su propia tierra, el dirigente de 55 años tendrá que ocuparse de una de las provincias más importantes del país desde su silla de jefe provincial del Partido Comunista, una oficina que ya ocupó en el pasado, aunque a nivel municipal. 

Sustituye a Federico Hernández Hernández, un primer secretario cuya “laboriosidad, sensibilidad e incondicionalidad” reconoció un pleno presidido por el segundo de Miguel Díaz-Canel en el Partido, Roberto Morales Ojeda. En el anuncio del “movimiento de cuadros”, Granma resaltó el reconocimiento a Hernández “por sus más de 25 años dedicados al trabajo del Partido” y añadió que “al compañero le serán asignadas otras tareas”.

En cuanto a Noris, su trabajo en Las Tunas fue una constante cacería de brujas. La provincia, en una situación caótica tras casi 20 años de mandato de su predecesor, Manuel René Pérez Gallego, se ha convertido en una tierra donde no paran de crecer los delitos ganaderos, las montañas de basura acumulada y, recientemente, el consumo de químico.

La prensa y el Partido destacaron los 30 años de experiencia de Noris, una trayectoria construida en su mayor parte en Camagüey

No obstante, la prensa y el Partido destacaron los 30 años de experiencia de Noris, una trayectoria construida en su mayor parte en Camagüey, empezando por sus cargos en la Unión de Jóvenes Comunistas. Desde la organización, logró ascender a primer secretario en el municipio de Nuevitas, y a segundo secretario en la ciudad cabecera. Luego, ya en el PCC, fue el representante principal en Guáimaro y Camagüey; además de miembro del Buró Provincial, donde obtuvo –según su escueta ficha en la Asamblea Nacional– “resultados positivos”.

Noris ascendió hasta el Buró Ejecutivo y desde ahí lo catapultaron hasta Las Tunas, que terminó siendo una mancha en su carrera “ascendente”, aunque nada de esto se refleja en la prensa estatal, sino más bien lo contrario.

Su gestión, con un estilo autoritario, fue descrita por Granma con palabras similares a las que emplearon para definir a su sustituto en Las Tunas, Osbel Lorenzo Rodríguez: “logró crear un ambiente político favorable y de unidad, con la participación del pueblo, las organizaciones políticas, de masas, el Gobierno y la Administración, junto a las FAR (Fuerzas Armadas Revolucionarias) y el Ministerio del Interior, hacia el cumplimiento de los principales programas económicos y sociales de la Revolución”.

El movimiento de cuadros sucede en un contexto de crispación por la decisión del Gobierno de extender el “ejercicio” de control contra las ilegalidades

El movimiento de cuadros –el último de una larga cadena de destituciones y cambios que comenzó en 2024–, sucede en un contexto de crispación por la decisión del Gobierno de extender el “ejercicio” de control contra las ilegalidades. En Camagüey, la principal provincia ganadera de la Isla, ello se traduce en lidiar con la enorme cantidad de casos de hurto y sacrificio ilegal, la decadencia del sector y las trampas y negativas de los guajiros, cada vez más desencantados con la gestión estatal. 

En 2024, de los 8.023 guajiros que firmaron un contrato con el Estado en Camagüey, más de la mitad –unos 4.198– incumplió con la entrega de leche diaria a la provincia.