Pesos, CUC, MLC y ahora dólares, La Época se acicala para iniciar su cuarto cambio de moneda

La Habana

Los pintores dan los últimos toques a la fachada de una de las más famosas tiendas de La Habana

La tienda llegó a ser un emblema de los grandes comercios por departamentos de la Isla.
La tienda llegó a ser un emblema de los grandes comercios por departamentos de la Isla. / 14ymedio
Juan Diego Rodríguez

04 de julio 2025 - 06:16

La Habana/El ruido de martillos y sierras taladra los oídos de los clientes que entran al centro comercial La Época, en Centro Habana. Con sus plantas superiores cerradas desde hace tiempo y apenas unos locales de venta en los primeros pisos, la tienda lleva días poblada de palés, andamios y polvo. La razón del reacondicionamiento es clara: próximamente, anuncian sus empleados con secretismo, La Época reabrirá en dólares.

Ubicado en la céntrica esquina de Galiano y Neptuno, el local –que fue un emblema de los grandes comercios por departamentos de la Isla–, revive el mismo proceso por el que pasó en 2021, cuando lo remozaron antes de cambiar el CUC por la moneda libremente convertible (MLC). De su fachada colgaba este miércoles un andamio con dos atareados pintores y, dentro, los montones de herramientas y materiales de la remodelación obstaculizan el paso. 

Nadie parece saber la fecha exacta del cambio de moneda. Por el momento, aclara un empleado a 14ymedio, todo lo que se sabe es que “la tienda va a pasar a dólares cuando acaben de arreglarla”.

Dos pintores dan color a la fachada del centro comercial.
Dos pintores dan color a la fachada del centro comercial. / 14ymedio

No obstante, es claro que los días del centro comercial en MLC están contados. “Ya se llevaron algunas mercancías, como la ropa, para la tienda Miami”, subraya una empleada. Tampoco los locales que sí están abiertos tienen ofertas atractivas: productos enlatados, perfumes que parecen llevar décadas en los estantes y algunos cárnicos con precios astronómicos es lo poco que se ofrece.

“Aquí nunca hay nadie. He venido tres veces esta semana buscando papel sanitario y solo he visto gente que viene al punto de recarga de la tarjeta Clásica”, asegura a este diario Amaury, un residente en el mismo municipio. “Tampoco hay nada que comprar, si hasta la carne que venden, carísima, te obligan a llevarte la pieza completa”, argumenta, poniendo de ejemplo el tablón donde figuran la pierna de cerdo por 7,35 MLC el kilogramo, la paleta de res a 10,9 y la aguja a 11.

“Lo mismo pasa en la perfumería, tienen los mismos productos añejos a altos precios. Hay un pequeño quiosco de electrónica con cuatro tarecos y el local de Agua y Jabón que está junto al mercado solo tiene champú y detergente líquido”, se queja el habanero.

Dentro del edificio, los materiales y herramientas de construcción obstaculizan el paso.
Dentro del edificio, los materiales y herramientas de construcción obstaculizan el paso. / 14ymedio

La antigua oferta que incluía una variedad relativamente amplia de productos lácteos, cárnicos y otros alimentos hace tiempo que no se ve en La Época. Incluso si el comercio recuperara su esplendor y oferta, lamenta Amaury, tampoco tendría los dólares para pagarlo. “Por eso quiero hacer una comprita de papel sanitario mientras haya para tener una reserva antes de que esto pase a fulas”.

Los únicos que ven con buenos ojos la remodelación de la tienda, y no precisamente por su paso a dólares, son quizás los vecinos del centro comercial. Detrás del edificio, amparado por un callejón de puertas oxidadas se ha formado un enorme vertedero que abarca la mitad de la calle.

Detrás del edificio se ha formado un enorme vertedero que abarca la mitad de la calle.
Detrás del edificio se ha formado un enorme vertedero que abarca la mitad de la calle. / 14ymedio

El mal olor de la basura y los restos de jabas que vuelan por la callejuela molestan a los transeúntes y a los residentes, que esperan que con los preparativos las autoridades se animen a limpiar los alrededores del centro comercial. “Vi que venía un camión de la basura y pensé que por fin iban a recoger todo esto, pero se les rompió una rueda y se han pasado el día arreglándola. Cuando el mal es de cagar…”, relata burlona una vecina.

Desde la calle, el rosado pastel que los pintores aplican a las paredes parece revitalizar el edificio que antaño, con su escalera mecánica y montones de tiendas, era un emblema del glamur en la capital. Sin embargo, los habaneros saben que ni la pintura ni el abastecimiento que promete la remodelación durarán en La Época, “ni aunque le lluevan dólares”. 

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