Arroz cubano en sacos de importación para eludir los precios topados
En febrero su precio subió más de un 6%, mucho más que la inflación general, que registró un alza del 2,75%
Madrid/La inflación se vuelve a disparar este febrero en Cuba, con una subida de los precios del 2,75%, la más alta desde que en marzo de 2024 se alcanzó un pico del 4%. A partir de ese mes, el Gobierno consiguió frenar un poco los datos desbocados de 2022 y 2023. Desde el 1 de enero, los precios han aumentado un 4,86% y un 24% más si se compara con febrero del año anterior.
El pasado mes hubo dos alimentos con importantes subidas, el queso blanco (7,47%) y el arroz (6,37%). El peso de este último en el bolsillo de los consumidores es, sin embargo, fundamental, ya que el grano es omnipresente en todas las comidas de cualquier hogar en la Isla y su escasez en las bodegas sin duda ha contribuido a elevar su costo. A lo largo del mes pasado, el precio de la libra fue escalando hasta rozar los 300 pesos, un problema que el Gobierno ha querido resolver con un tope impuesto desde el pasado 8 de marzo mediante la publicación de una norma que limita el costo del arroz nacional a 155 pesos la libra.
Por el momento, nada hace pensar que la medida contenga los precios del mes en curso. Según fuentes de este diario en Cienfuegos, los comerciantes están comprando sacos vacíos de arroz importado que rellenan con el criollo. De esta manera, cuando aparece un inspector para verificar que se cumple con el tope, le muestran el origen ficticio y pueden vender un arroz de menor calidad (el cubano) a un precio muy superior. Este mismo martes, el producto costaba 350 pesos en el mercado de La Calzada, de esa provincia, como constató 14ymedio en su recorrido semanal para facilitar a los lectores los precios
Hubo por el contrario varios precios de alimentos que bajaron de forma considerable, como fue el caso del tomate, el pimiento y los huevos
Hubo por el contrario varios precios de alimentos que bajaron de forma considerable, como fue el caso del tomate (16,2%), el pimiento (11,7%) y los huevos (11,3%); mientras que otras grandes caídas del mes fueron las del azúcar, con 10,2% y 4,8% para el refino y crudo, respectivamente. Sin embargo, este producto está lejos de abaratarse, ya que la bajada de enero y esta apenas reequilibran la importante alza de noviembre, cuando aumentaron un 10% y un 16%.
En conjunto, los alimentos subieron un 1,11%, elevando el cómputo anual al 3,03% y al 23,34% el interanual, de febrero de 2024 al mismo mes de 2025. Pero este dato, aunque es el más relevante para el día a día de los hogares, no es el que empuja el IPC, sino el apabullante aumento de los precios del alcohol y el tabaco, que aunque ya pasaron todo 2024 encareciéndose –por la influencia de los aranceles del 50% a la importación– van camino del récord en solo dos meses. Esta división ha subido un 46,76% solo en febrero y un 80,10% en apenas dos meses: beber alcohol y fumar es hoy para los cubanos un 174,42% más caro que hace un año.
El cigarro suave aumentó un 30,13%, pero el tabaco y el cigarro fuerte aún muchísimo más, con un 56,80% y un 58,72% respectivamente. “Yo pasé de pagar 250 pesos a pagar 700. Y yo fumo la más barata y la más suave”, cuenta un habanero a este diario. Los más caros rondan los 850 o, incluso, 50 la unidad. “En este momento está ocurriendo algo diferente –continúa–. Están viniendo a la bodega, entonces todo el mundo anda vendiendo los de su cuota y debe tender a bajar un poco, pero en días anteriores desapareció”, explica en referencia al mes de febrero.
Otro segmento vinculado a la alimentación que empuja al alza el IPC es el de hoteles y restaurantes, cuyos precios aumentaron un 2,63% en febrero
Según este fumador, en las calles se rumoreaba que la fábrica había parado por completo su producción, algo similar a lo que podría estar ahora contribuyendo al alza del precio del aceite. El ron envasado (1,95%) y la cerveza embotellada (0,61%) contribuyeron en forma mucho más limitada a elevar los precios de esta sección.
Otro segmento vinculado a la alimentación que empuja al alza el IPC es el de hoteles y restaurantes, cuyos precios aumentaron un 2,63% en febrero y ya acumulan un 4,51% anual y un 28,21% interanual. El bien que más se encareció es el que se recoge bajo el epígrafe de almuerzo y comida (4,08%), seguido del ron (2,77%) y la merienda y bufé de cumpleaños y fiestas (1,76% y 1,74%, respectivamente). Bajan, eso sí, los hoteles y villas, pero apenas un 0,26%, después de la destacada subida de enero, al 3,7%.
En cuanto a otras divisiones de menor impacto en la vida cotidiana –a excepción del transporte, que tiene una mínima subida del 0,21% en febrero–, solo una se queda en la zona alta de las alzas: la que corresponde a muebles y artículos para el hogar, con 1,95%.
Servicios a la vivienda, que se encarecieron un 1,44%, educación (1,41%) y bienes y servicios diversos (1,13%) se quedan en la parte media de la lista, mientras en la más baja están prendas de vestir y calzado (0,84%), recreación y cultura (0,52%), salud (0,28%) y comunicaciones (0,02%), un segmento ante cuya anunciada subida de precios contienen la respiración cientos de miles de cubanos, demasiados con familia en el exterior.