Con 32 muertos y 3.200 heridos, las explosiones de aparatos son un golpe devastador para Hezbolá

Cobra fuerza la hipótesis de que los bíperes y ‘walkie-talkies’ fueron fabricados por empresas fantasma creadas por el Mosad israelí

Los incidentes de las últimas 24 horas han vuelto a disparar los miedos al estallido de una guerra abierta en el Líbano
Los incidentes de las últimas 24 horas han vuelto a disparar los miedos al estallido de una guerra abierta en el Líbano / EFE
EFE

19 de septiembre 2024 - 11:49

Beirut (Líbano)/Una segunda oleada de explosiones simultáneas en aparatos inalámbricos de comunicación causó este miércoles al menos 20 muertos y 450 heridos en diversos puntos del Líbano, lo que deja un saldo total de 32 fallecidos y más de 3.200 heridos en ambas tandas ocurridas en tan solo un día. A primera hora de la tarde de este miércoles se registraron un gran número de explosiones originadas en dispositivos al sur del país, el Valle de la Bekaa y los suburbios meridionales de Beirut conocidos como el Dahye.

Aunque el número de fallecidos en estas áreas controladas por el Hezbolá fue superior al del día anterior, el de heridos queda muy por debajo de los 2.800 registrados por causa de la primera oleada, según el último balance ofrecido por el Ministerio de Sanidad Pública del país. Mientras que en la primera ola detonaron miles de bíperes en posesión de integrantes de Hezbolá, en esta ocasión se habría tratado de aparatos de radio, según medios locales.

Un día más, la Cruz Roja libanesa volvió a movilizar decenas de sus ambulancias, diversas organizaciones lanzaron llamados a donar sangre en masa y el Ejército salió a advertir contra las aglomeraciones en los puntos afectados para permitir el paso de los equipos médicos. Por su parte, la Defensa Civil libanesa informó en un comunicado de que sus equipos participaron en la extinción de incendios desencadenados en decenas de inmuebles y vehículos a causa de las detonaciones de "aparatos inalámbricos y lectores de huellas dactilares".

Según su recuento, solo en la provincia de Nabatieh ardieron 60 viviendas y establecimientos, así como 15 automóviles y decenas de motocicletas

Según su recuento, solo en la provincia de Nabatieh ardieron 60 viviendas y establecimientos, así como 15 automóviles y decenas de motocicletas. También se registraron fuegos en menor medida en las demarcaciones administrativas de la Bekaa, Baalbek-Hermel, sur del Líbano, y en el Dahye. En ese extrarradio capitalino, un testigo que pidió el anonimato aseguró a EFE que presenció una detonación de baja intensidad ocurrida en el interior de un vehículo, de donde vio salir a dos pasajeros completamente cubiertos en "sangre".

Otro testigo afirmó que varias viviendas sufrieron incendios en ese importante bastión de Hezbolá, donde las medidas de seguridad fueron enseguida intensificadas coincidiendo también con el vuelo de al menos un dron sobre la zona. Hezbolá, que atribuyó el ataque del martes a Israel y prometió venganza, todavía no se ha pronunciado sobre las últimas deflagraciones.

El ministro de Salud Pública libanés, Firas Abiad, indicó en rueda de prensa que dos tercios de los heridos en la primera ola requirieron ingreso hospitalario y algo menos de 300 de ellos se encuentran en estado crítico, mientras que cerca de 460 han sido sometidos a cirugías principalmente en las manos. El titular recordó que entre esas primeras víctimas también hay civiles, incluidos dos niños que perdieron la vida.

Los incidentes sin precedentes de las últimas 24 horas han vuelto a disparar los miedos al estallido de una guerra abierta en el Líbano, contra el que Israel ya había intensificado su retórica en los días anteriores, insistiendo en la necesidad de acabar con la presencia de Hezbolá en la frontera. Poco antes de que se repitiera el ataque esta tarde, el jefe de la diplomacia libanesa, Abdalá Bou Habib, ya había alertado de la peligrosidad de lo ocurrido el miércoles durante una reunión con la coordinadora especial de la ONU para el Líbano, Jeanine Hennis-Plasschaert. "Advirtió contra la gravedad de lo sucedido, especialmente porque se produce a raíz de las amenazas israelíes sobre ampliar la guerra con el Líbano, lo que puede hundir a la región en una mayor espiral de violencia y amenazar con el estallido de un conflicto más amplio", dijo el Ministerio de Exteriores en un comunicado.

Está previsto que el líder de Hezbolá, Hasán Nasrala, pronuncie un discurso televisado este jueves sobre las 17.00 hora local, el primero desde los sucesos, y en medio de renovados temores al estallido de una guerra.

Está previsto que el líder de Hezbolá, Hasán Nasrala, pronuncie un discurso televisado este jueves sobre las 17.00 hora local

Por su parte, el Gobierno búlgaro está investigando si una empresa radicada en Sofía participó en la venta a Hezbolá de los buscapersonas explosivos, indicó este jueves el servicio de contraespionaje del país balcánico. DANS, la agencia búlgara de seguridad nacional, ha asegurado en un comunicado que la Agencia Tributaria y el Ministerio del Interior están investigando la participación de esa empresa en el suministro de los equipos.

No obstante, el organismo niega que los aparatos hayan estado en territorio búlgaro y afirma que "no se han realizado operaciones aduaneras con las mercancías en cuestión", en respuesta a una información aparecida en el portal informativo húngaro Telex. Ese medio ha publicado que Norta Global Ltd., una compañía radicada en Sofía, la capital búlgara, fue la que importó los buscapersonas desde Taiwán.

La compañía de Taiwán Gold Apollo, que distribuye esos equipos, ha asegurado que los modelos que explotaron fueron diseñados y fabricados con licencia por BAC, una empresa húngara, pero el Gobierno de Hungría afirmó ayer que esa firma actúa sólo como intermediaria comercial y no posee centros de producción en el país, por lo que los aparatos nunca estuvieron en su territorio. Telex cita hoy a "fuentes implicadas en el caso" para afirmar que, aunque la empresa húngara firmó un contrato con la taiwanesa, fue en verdad Norta Global Ltd. la que estaba detrás del trato, y la que importó y vendió los aparatos a Hizbulá

Los medios húngaros citan hoy las declaraciones al diario estadounidense The New York Times de tres expertos de inteligencia israelíes que aseguran que los preparativos para esta operación empezaron hace años y que se habían creado varias empresas pantalla y que BAC, fundada en 2022, podría ser una de ellas. 

La empresa nipona Icom señaló que "no puede confirmar" si sus modelos de "walkie-talkies" fueron empleados en las explosiones

También ofreció declaraciones la empresa nipona de telecomunicaciones Icom, que señaló este jueves que por el momento "no puede confirmar" si sus modelos de "walkie-talkies" fueron empleados en las explosiones. La compañía con sede en Osaka apuntó a las posibilidades de que los dispositivos en cuestión fueran falsificaciones de sus modelos o aparatos que se dejaron de distribuir hace una década a los que se añadieron baterías modificadas.

Icom anunció además que se encontraba investigando "las informaciones recogidas por medios internacionales" que señalaban que dispositivos transmisores-receptores portátiles con su logo habían estallado en el Líbano en la víspera, en la segunda oleada de explosiones. Los aparatos en cuestión de Icom involucrados en el ataque son "walkie-talkies" modelo IC-V82, de los que unas 160.000 unidades fueron producidas y vendidas tanto en Japón como en el extranjero, incluyendo Oriente Medio, entre 2005 y 2014, explicó la firma en un segundo comunicado publicado este jueves.

Los aparatos se dejaron de fabricar hace una década y desde entonces las sedes y filiales en el extranjero de Icom no han sacado al mercado nuevas versiones de los mismos. Icom también dejó de producir y vender las baterías empleadas en esos radiotransmisores portátiles. La empresa nipona únicamente vende sus productos en el extranjero en tiendas oficiales, y aplica un estricto control de sus exportaciones bajo la normativa de las autoridades japonesas, añadió Icom.

Asimismo, el director de la empresa, Yoshiki Enomoto, explicó que algunas de las imágenes que circulan de los supuestos aparatos de Icom que estallaron en el Líbano muestran lo que podrían ser baterías no homologadas y modificadas para explotar. El responsable de la firma también señaló que "no es posible determinar" los canales de distribución de sus productos, o si los empleados en el Líbano eran efectivamente de la firma, sin comprobar sus números de serie.

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