China ya no sabe qué hacer con tantos paneles solares y los regala a Cuba y otras naciones amigas
China
La sobreproducción provocó el despido de 87.000 obreros y pérdidas por 60.000 millones de dólares en 2024
Madrid/La burbuja de la energía solar está al borde del estallido en China. La sobreproducción de paneles –patente en Cuba, donde se están instalando 92 parques fotovoltaicos con empresas del gigante asiático– ha llegado a eclipsar a la industria de la construcción hasta el punto de que ambos sectores presentan un volumen similar de pérdidas, cuando el tamaño de la primera es diez veces inferior al de la otra.
Según publicó Reuters la pasada semana, cinco empresas punteras de la solar –Longi Green Energy, Trina Solar, Jinko Solar, JA Solar y Tongwei– despidieron a unos 87.000 empleados, aproximadamente un tercio de su plantilla en conjunto. Los datos aparecen en documentos corporativos y solo una de ellas –Longi– ha reconocido un recorte de empleo del 5% en 2024. Oficialmente, la tasa de desempleo china está estancada en el 5% y, sea como sea, ninguna autoridad quiere ser la que pinche la burbuja de la fotovoltaica, que ha creado miles de puestos de trabajo y empresas entre 2020 y 2023.
Cheng Wang, un analista consultado por la agencia británica, afirmó que la industria de los paneles solares comenzó a entrar en recesión a finales de 2023. "En 2024, la situación empeoró. En 2025, parece que empeorará aún más", contó.
Aunque no se precisa cuántas empresas de paneles solares –se estima que pueden rondar las 400–, la asociación de la industria fotovoltaica dijo en un informe presentado este julio que desde 2024 hay al menos 40 compañías que salieron de bolsa, quebraron o han sido compradas.
Desde 2024 hay al menos 40 compañías que salieron de bolsa, quebraron o han sido compradas
El boom de la fabricación se enmarcó en una redefinición del Gobierno chino de su estrategia industrial que implicaba redirigir recursos hasta entonces enviados a la construcción a tres nuevos sectores en boga: paneles solares, coches eléctricos y baterías. Como consecuencia, llegó una sobreabundancia de paneles solares que el mercado está siendo incapaz de absorber. Según Reuters, a nivel mundial se ha llegado a fabricar el doble de los necesarios, la mayoría en China.
Esa sobreproducción ha supuesto que los precios se desplomaran en 2022 y 2023. La materia prima con que se elaboran los paneles –el polisilicio– es mucho más cara, un 70%, pero el producto apenas ha aumentado. Esto, sumado a la guerra de precios y los aranceles de EE UU a la exportación de esos productos hacia el sudeste asiático, provocó pérdidas por valor de 60.000 millones de dólares el pasado año.
La industria ha presentado algunas propuestas, según la agencia británica. Entre ellas estaría la creación de un organismo regulador –con la OPEP como referente– para controlar los precios y el suministro. Otra idea que está sobre la mesa es abrir un fondo de 50.000 millones de yuanes con los que comprar cientos de empresas pequeñas –las cinco grandes suponen casi el 75% de la industria– y cerrarlas. La reducción afectaría teóricamente a empresas con productos de menor calidad y ayudaría a reducir en un tercio la fabricación.
Reuters asegura que el pasado junio algunos funcionarios del Partido Comunista de la provincia de Anhui, que constituye un importante centro manufacturero del este de China, ordenaron –siguiendo las orientaciones de Xi Jinping– a los directivos de las empresas solares que dejaran de añadir nuevas plantas de fabricación y cerraran las líneas de producción que operaban por debajo del 30% de su capacidad, según dos fuentes del sector.
Algunos funcionarios de Anhui ordenaron a los directivos de las empresas solares que dejaran de añadir nuevas plantas de fabricación
Un miembro de la junta directiva de una empresa solar de la provincia, que pidió mantener el anonimato, confirmó que ya tiene el visto bueno de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma para la producción de este año, que se ajusta a los nuevos requerimientos.
Pero también está la resistencia de los gobiernos provinciales, reacios a soltar la gallina de los huevos de oro que ha sido esa industria, ya que el costo de cerrarla recaería sobre sus hombros.
Alan Lau, un analista consultado por la agencia, consideró que las dilaciones prolongan la agonía en que está entrando la industria. A su juicio, sería necesario eliminar al menos entre el 20% y el 30% de la capacidad de fabricación para que las empresas volvieran a ser rentables. "Hay un gran exceso de capacidad en China, como en el acero y el cemento, pero nunca antes se había visto una industria con pérdidas de efectivo a nivel general durante un año y medio”, esgrime.
En marzo de 2024, cuando la industria fotovoltaica empezaba a mostrar signos de desgaste, el Gobierno cubano anunció dos contratos con empresas chinas con los que se aspiraba a aportar “de manera paulatina” más de 2.000 megavatios (MW) al sistema eléctrico nacional (SEN).
En marzo de 2024, cuando la industria fotovoltaica empezaba a mostrar signos de desgaste, el Gobierno cubano anunció dos contratos con empresas chinas
Los acuerdos prevén la instalación de 92 parques solares en la Isla –46 en cada contrato– repartidos por todas las provincias. El primer contrato debía ejecutarse este año y el segundo comenzará en 2028.
Desde entonces, comenzó la fiebre del montaje de parques, cumpliéndose con más y menos dificultades el cronograma. Actualmente hay 25 funcionando y generando, este miércoles, 2.506 megavatios por hora (MWh), y 457 MW como máxima potencia entregada en el horario óptimo. Cuando se cubre el sol, la gran mayoría se pierde y no existen baterías para acumular la energía, ya que las que se están instalando actualmente son solo para estabilizar las cargas.
Para este miércoles está previsto un déficit de 1.405 MW en la hora pico, y una afectación de 1.475 MW, la mayoría por falta de combustible, aunque hoy la térmica –con varias averías– le sigue muy de cerca. Según el ministro del ramo, sin los parques las cosas serían aún mucho peor.