Un cónclave muy heterogéneo y dividido elegirá al nuevo papa
Vaticano
Progresistas y conservadores, la lista de 12 'papables' para sustituir a Francisco
Ciudad del Vaticano/A pesar de haber sido elegidos en su mayoría por el papa Francisco, fallecido este lunes a los 88 años, los 135 cardenales de 71 países que formarán el cónclave que elegirá a su sucesor son un grupo heterogéneo que no se conoce y sin un idea común sobre el futuro de la Iglesia, lo que hará que se presenten en la Capilla Sixtina fuertemente divididos.
Son muchas las diferencias respecto al cónclave que hace doce años se reunió para elegir a Jorge Bergoglio: una es el número de cardenales electores, es decir, los que tienen menos de 80 años el día de la renuncia o de la muerte del papa, que es mucho mayor que en otras ocasiones, y otra, el mayor número de países de los que proceden.
"Sí, creo que el hecho de que los 135 electores procedan de 71 países podría tener peso en el cónclave, ya que un candidato necesita dos tercios de los votos para ser elegido. En 2013, eso significó 77 votos. En el próximo cónclave, basado en el número actual de electores, serían 91. A día de hoy, 68 electores proceden de Europa y Norteamérica", analiza el periodista irlandés Gerard O'Connell en su libro La elección del papa Francisco: un relato íntimo del cónclave que cambió la historia.
Además "el hecho de que muchos de los cardenales no se conozcan tan bien, excepto los que participaron en el sínodo, podría crear algunas dificultades, por lo que dependerán más de los 'hacedores de reyes', que son cardenales estimados e influyentes, muchos de ellos con más de 80 años", asegura el también corresponsal en Roma de la revista de la Compañía de Jesús, America Magazine.
"El hecho de que muchos de los cardenales no se conozcan tan bien, excepto los que participaron en el sínodo, podría crear algunas dificultades"
Para el analista del diario Corriere della Sera Massimo Franco y autor de varios libros sobre el Vaticano, el cónclave que eligió a Bergoglio "nació con un fuerte prejuicio antiitaliano, porque fue un cónclave a raíz de la renuncia de Benedicto XVI y si entonces la consigna no escrita fue no a un papa italiano, esta vez será no a un papa sudamericano, quizá probablemente se volverá a un europeo".
Franco asegura que "la minoría conservadora son los que más se han expresado, pero en realidad hay una amplia y silenciosa zona gris que ha obedecido por lealtad, aunque en realidad ha desaprobado muchos de los comportamientos del papa Francisco".
"Vienen de 71 naciones y esto es un problema porque son cardenales que no se conocen entre sí, que vienen de realidades periféricas no sólo desde el punto de vista geográfico, sino también desde el punto de vista demográfico y religioso", añade el periodista del diario milanés.
Para Franco, ha fracasado el modelo curial y también el modelo de Casa Santa Marta (formado por el papa y su pequeño grupo de colaboradores), por lo que "habrá una discontinuidad".
Mientras que Massimo Faggioli, profesor de historia del Cristianismo en la universidad de Villanova (EE UU), asegura que respecto a 2013, "hoy no existe el factor de un candidato ya examinado en el cónclave anterior".
"Similar a la de 2005 es la situación de división en la Iglesia ante las decisiones del papa, que sin embargo durante el pontificado de Francisco surgieron con dureza también por parte de cardenales y obispos, de modo diverso que hacia Benedicto XVI", indica.
"Similar a la de 2005 es la situación de división en la Iglesia ante las decisiones del papa, que sin embargo durante el pontificado de Francisco surgieron con dureza"
Destaca que "una diferencia esencial es la situación internacional, mucho más complicada y peligrosa que en 2013, sobre todo por lo que está pasando en EE UU y, en consecuencia, en el mundo".
"Hay varios cardenales que han sido muy críticos con Francisco en ciertas cuestiones, pero han perdido influencia y voz en los últimos años. Han sido cautos, pero en el cónclave podrían encontrar apoyo entre aquellos que están sorprendidos y cansados de un pontificado con tanta novedad y turbulencia", subraya.
Sin embardo, O'Donnel cree que "que la mayoría comparten sustancialmente su visión y están comprometidos con la sinodalidad. Tras hablar con muchos cardenales nombrados por Francisco, es más probable que los electores voten por un candidato que comparta sustancialmente su visión".
A partir de ahora, se configura una Iglesia católica con una marcada diferencia entre progresistas y conservadores, como se dividen los nombres que circulan ya desde hace tiempo de los papables, los posibles sucesores del pontífice argentino. Aunque todo indica que la opción será buscar a un moderado.
Después de tres papas extranjeros, el ala italiana presiona para que el próximo pontífice vuelva a ser del país o al menos volver a la secularizada Europa. Aunque la presencia de cardenales italianos en el cónclave ha disminuido en estos años, siguen siendo 55 los que entrarán en la Capilla Sixtina para el cónclave con un peso enorme en el voto.
Pietro Parolin
El más nombrado en las quinielas vaticanas es sin duda el actual secretario de Estado, Pietro Parolin, de 70 años, un hombre de consenso y difícilmente encasillable entre progresistas y conservadores, lo que podría ser una baza importante. Conocido por todos los cardenales, gran diplomático que ha acercado estos años la Santa Sede a China y un buen conocedor de todo Oriente y de Latinoamérica después de haber sido nuncio en Venezuela.
Matteo Maria Zuppi
La gran opción para los progresistas italianos es Matteo Maria Zuppi, de 69 años, actual presidente de la Conferencia Episcopal italiana, el perfil más cercano a Jorge Bergoglio por su atención a los más desfavorecidos y a los migrantes y muy cercano a la poderosa comunidad laica de San Egidio.
Luis Antonio Tagle
El perfil del cardenal filipino Luis Antonio Tagle, de 67 años, prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, engloba algunas de las características que a los cardenales podrían convencer en la Síxtina. Hombre de la Curia pero que representa el continente asiático, que es la esperanza para la Iglesia católica. Aunque considerado progresista, ha criticado duramente un proyecto de ley filipino sobre salud reproductiva y se ha pronunciado enérgicamente contra el aborto y la eutanasia y argumenta que existen situaciones en las que los principios morales universales no se aplican, como la comunión para las parejas que conviven en matrimonio pero sin matrimonio sacramental, y las cuestiones relacionadas con la homosexualidad.
Jean-Marc Aveline
El arzobispo de Marsella, Jean-Marc Aveline, de 66 años, ha cobrado fuerza en los últimos años sobre todo tras haber convencido al papa Francisco a visitar la ciudad francesa para hablar de migración. Su perfil recuerda al primer Bergoglio, afable y culto, dedicado a las cuestiones de las periferias, al diálogo interreligioso y las migraciones, una sensibilidad adquirida también a través de su infancia en una familia perteneciente a los franceses repatriados a partir de 1962, al final de la guerra de Argelia. Su edad relativamente joven podría ser un punto en contra.
Pierbattista Pizzaballa
Aunque italiano, el patriarca latino de Jerusalén, Pierbattista Pizzaballa, 59 años, es una baza para un papa con una visión internacional y que se ha expresado en estos días en defensa de los palestinos de Gaza, pero con buena relación con las autoridades israelíes. Demasiado joven para ser papa y una incógnita en algunas posiciones doctrinales, pesará lo que pueda comunicar en las congregaciones, las reuniones precónclave que se realizarán estos días.
Péter Erdö
El arzobispo de Budapest, Péter Erdö, de 72 años, es una de las más importantes opciones del ala conservadora y europea. Creció bajo el comunismo y, cuando tenía cuatro años, en 1956, su familia se vio obligada a huir del país. Considerado un gran intelectual es firmemente contrario al aborto, se opone al celibato opcional para los sacerdotes y está en contra de la aceptación de las uniones homosexuales y defiende los valores de la Europa cristiana. Su buena relación con el Gobierno antinmigración de Viktor Orban podría ser un punto negativo.
Anders Arborelius
El obispo de Estocolo, Anders Arborelius, de 75 años, primer cardenal de Suecia, es un convertido al catolicismo en un país escandinavo con una población abrumadoramente protestante y una de las sociedades más secularizadas del mundo. Es un firme defensor de la doctrina de la Iglesia, particularmente contra la posibilidad de permitir que las mujeres sean diáconos o de bendecir a parejas del mismo sexo. Aunque igual que Francisco, Arborelius es partidario de acoger a los inmigrantes en Europa.
Mario Grech
El obispo maltés Mario Grech de 68 años, es el secretario general del Sínodo de los Obispos, por lo que en estos últimos 3 años cuando se ha celebrado el Sínodo de la Sinodalidad ha podido conocer a todos los cardenales y representantes de la iglesia católica llegados a Roma para esta asamblea. Tuvo que lograr un delicado equilibrio entre las peticiones de crear Iglesia abierta y atenta y al mismo tiempo reconociendo las preocupaciones conservadoras.
Malcolm Ranjith
El arzobispo metropolitano de Colombo (Sri Lanka), Malcolm Ranjith , de 77 años, aunque ha demostrado cercanía con Francisco y ferviente preocupación por los pobres, es un cardenal con raíces en el pontificado de Benedicto XVI y no ha desdeñado alentar la celebración de la Misa tradicional en latín. Con experiencia en la Curia donde fue secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos después se trasladó a Sri Lanka y podría ser la baza del Sur del mundo. Habla diez idiomas con fluidez.
Fridolin Ambongo Besungu
Aunque es muy difícil que el próximo papa sea africano, el arzobispo de Kinshasa, Fridolin Ambongo Besungu, de 65 años, es la opción más probable. Nacido en la República Democrática del Congo, de 65 años y arzobispo de Kinshasa, es el único cardenal africano en el consejo de Cardenales, el comité de asesores, que creó Francisco. Como presidente del Simposio de Conferencias Episcopales de África y Madagascar, en enero de 2024 firmó una carta expresando su oposición a la declaración del Vaticano que autoriza a los sacerdotes a impartir bendiciones a las uniones homosexuales. En una entrevista de 2023, Ambongo afirmó que “África es el futuro de la Iglesia, es obvio”.
Robert Francis Prevost
El actual prefecto del dicasterio para los obispos, el estadounidense originario de Chicago, Robert Francis Prevost, de 69 años, encargado de asesorar al papa en los nombramientos y también presidente de la Comisión Pontificia para América Latina puede ser una baza tanto para aquellos que quieren un hombre de Curia pero también del continente americano.
Timothy Dolan
El arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, de raíces irlandesas-estadounidenses, es un conservador teológico, firmemente opuesto al aborto y una baza para los conservadores, aunque en los últimos meses se ha opuesto con fuerza a las políticas contra los migrantes de Donald Trump. Su nombre ya sonó con fuerza en el anterior cónclave.
Otras alternativas
Otros nombres que suenan en las listas son Claudio Gugerotti (69 años), prefecto del Dicasterio para las Iglesias Orientales o Joseph Cupich (75 años), arzobispo de Chicago, pero también una de las posibilidades sería un español como Ángel Fernández Artime (64 años), que fue el responsable de los salesianos y ahora proprefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. También Cristóbal López Romero (72 años), aunque cuenta como "africano" al ser arzobispo de Rabat, y el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, muy cercano a Francisco y que formó parte de la comisión de cardenales que le ayudaron en su pontificado.