Harvard vuelve a denunciar a Trump tras prohibirle matricular a estudiantes extranjeros
EE UU
La Administración ha pedido videos, fotos y otras "pruebas" de protestas para identificar a los participantes y dio un plazo de 72 horas
Nueva York/La Universidad de Harvard ha vuelto a demandar a la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, después de que esta revocara su permiso para matricular a estudiantes extranjeros (que suponen la cuarta parte del estudiantado) por "antisemitismo" de la institución.
En la demanda, interpuesta este viernes en un tribunal del distrito de Massachusetts, el centro educativo argumenta que esta revocación es una "violación flagrante de la Primera Enmienda" y una "represalia contra Harvard" por rechazar "sus exigencias de controlar la institución, su plan de estudios y la ideología de profesores y estudiantes".
La Universidad, la más prestigiosa de Estados Unidos, asegura que las acciones de la Administración son "ilegales", hacen caso omiso de la propia normativa del Gobierno y carecen "de una explicación racional".
El Gobierno de Donald Trump prohibió ayer a Harvard matricular en adelante a estudiantes extranjeros, en una escalada en el conflicto que los enfrenta desde hace varios meses, y conminó a los actualmente inscritos a trasladarse a otras universidades so pena de perder su estatus migratorio.
La decisión fue comunicada en una carta remitida a Harvard y firmada por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, que indicaba que el programa de la Universidad para Estudiantes y Visitantes Extranjeros ha sido revocado.
En su denuncia, la institución afirma que la certificación de Harvard para acoger a estudiantes extranjeros es "esencial" para que estos permanezcan legalmente en el país mientras completan sus cursos, y la revocación de este permiso ha "desbaratado innumerables programas académicos, laboratorios de investigación y clínicas y cursos".
Además, asegura que cumplió con los requisitos enviados por la Administración el pasado abril para conservar su financiación y facilitó información sobre los alumnos con visados de estudiante al Gobierno, tal y como este solicitaba.
"Para los estudiantes y académicos internacionales afectados por la acción de ayer, sepan que son miembros vitales de nuestra comunidad. Ustedes son nuestros compañeros de clase y amigos, nuestros colegas y mentores", escribió este viernes el presidente de Harvard, Alan Garber, en la página web de la Universidad.
Harvard ya demandó el pasado abril a la Administración republicana con el fin de recuperar su financiación federal, congelada (2.600 millones de dólares) por incurrir en supuestas conductas antisemitas.
La prestigiosa institución es una de las universidades que han visto amenazada su financiación por informes del "Grupo de trabajo federal para combatir el antisemitismo", creado por Trump, por aplicar políticas de "discriminación positiva" o por no dar cabida a lo que el Gobierno califica como "diversidad de ideas".
Las acusaciones de antisemitismo vertidas por el líder republicano hacen referencia sobre todo a las protestas propalestinas que tuvieron lugar el año pasado en la Universidad de Columbia (Nueva York) y que se extendieron a otras facultades estadounidenses.
El Gobierno dio 72 horas a la universidad de Harvard para proporcionar información sobre actividades "violentas" y protestas en las que hayan participado sus alumnos si quiere recuperar su programa de matriculación de extranjeros.
Entre otras cosas, el DHS pide a la prestigiosa institución académica que facilite vídeos, imágenes o audios de protestas y actividades "ilegales" y "violentas" que hayan tenido lugar dentro o fuera del campus en los últimos cinco años y en las que hayan participado alumnos con visas de los tipos J1 y F.
Noem incidió en que este es "un mensaje claro para Harvard y todas las universidades, de que la Administración Trump hará cumplir la ley y erradicará los males del antisemitismo y el antiamericanismo en la sociedad y los campus".
En un comunicado divulgado horas antes, el DHS especificó que Harvard "ya no puede matricular a estudiantes extranjeros y que los actuales deben transferirse o perderán su estatus legal"
En un comunicado divulgado horas antes, el DHS especificó que Harvard "ya no puede matricular a estudiantes extranjeros y que los actuales deben transferirse o perderán su estatus legal", al alegar que la universidad ha permitido "que agitadores antiestadounidenses y proterroristas acosen y agredan físicamente a personas, entre ellas muchos alumnos judíos".
La revocación de su capacidad para matricular a extranjeros supone una escalada de la tensión entre el Gobierno y la universidad, que el pasado abril demandó a la Administración republicana con el fin de recuperar su financiación federal, congelada por incurrir en supuestas conductas antisemitas.
Harvard es una de las universidades –además de Columbia y Princeton, entre otras– que han visto amenazada su financiación por informes del 'Grupo de trabajo federal para combatir el antisemitismo', creado por Trump, por presuntamente aplicar políticas de 'discriminación positiva' o por no dar cabida a lo que el Gobierno Trump califica como "diversidad de ideas".
Las acusaciones de antisemitismo vertidas por Trump hacen referencia sobre todo a las protestas propalestinas que tuvieron lugar el año pasado en la Universidad de Columbia (Nueva York) y que se extendieron a otros centros universitarios estadounidenses.
La universidad reconoció el daño que esa medida le puede suponer: "Esta acción de represalia amenaza con dañar gravemente a la comunidad de Harvard y al país, al igual que socava nuestra misión académica e investigadora dijo al The New York Times Jason Newton, director de relaciones con los medios de la institución.
El directivo dijo, sin embargo, que el centro está "comprometido a mantener nuestra capacidad de alojar a estudiantes y académicos internacionales, que proceden de más de 140 países y enriquecen inconmesurablemente la universidad y la nación".
El centro está "comprometido a mantener nuestra capacidad de alojar a estudiantes y académicos internacionales, que proceden de más de 140 países y enriquecen inconmesurablemente la universidad y la nación"
No está claro el alcance inmediato del "traslado" para los estudiantes que actualmente se encuentran cursando una carrera. Según la información que provee la propia universidad, en este curso actual hay inscritos 6.793 estudiantes extranjeros, que equivalen al 27,2% del cuerpo estudiantil.
La matrícula en Harvard es de 59.320 dólares para el año escolar que comienza a finales del 2025, y los costos a los estudiantes pueden ascender a casi 87.000 dólares si se incluye alojamiento y comida, según el mismo diario. Esto da una idea del golpe económico que puede suponer para Harvard la prohibición de matricular a extranjeros.
A las habituales acusaciones de tolerar o promover el antisemitismo en sus campus, hoy el Gobierno de Trump introdujo un nuevo elemento, como es el de la presunta injerencia china: "Esta Administración –continúa el comunicado del DHS– considera a Harvard responsable de fomentar la violencia y el antisemitismo, y de coordinarse con el Partido Comunista chino en su campus".
Al igual que ha razonado con la concesión o revocación de visados, el DHS ha calificado la matriculación de extranjeros como "un privilegio".
"Es un privilegio, no un derecho, que las universidades matriculen a estudiantes extranjeros y se beneficien de sus mayores pagos de matrícula para aumentar sus multimillonarias dotaciones. Harvard tuvo muchas oportunidades de hacer lo correcto. Se negó", anota Noem.
Al igual que ha razonado con la concesión o revocación de visados, el DHS ha calificado la matriculación de extranjeros como "un privilegio"
"Que esto sirva de advertencia a todas las universidades e instituciones académicas del país", advierte Noem en ese documento.
Harvard ha sido, de lejos, la universidad que con más vehemencia se ha opuesto a las medidas de control de la Administración Trump en los campus, en la contratación de profesores, en la oferta de cursos y en la confección de programas.
Pero esa oposición ha tenido para Harvard literalmente un precio muy alto: solo en lo que va de mayo, el Gobierno le ha retirado primero 2.200 millones de subvenciones federales, y una semana después otros 450 millones.
Este viernes, Japón, Australia y China ya han criticado la medida y pedido aclaraciones. Tokio, además, ha afirmado que tomará medidas en consecuencia.