"Nos están llegando la mayoría de los cánceres en etapas no curables"
Cuba
El jefe de oncología de Sancti Spíritus habla de los atrasos en el diagnóstico y la escasez de máquinas de radioterapia, que en Villa Clara se traduce en un año sin tratar a ningún paciente
Madrid/Más de mil personas mueren en Sancti Spíritus por algún tipo de cáncer, con el de pulmón, próstata y colon entre los más letales. Es una pequeña porción de los más de 25.000 cubanos que fallecen anualmente en la Isla como promedio en el último quinquenio. Cuba tuvo en 2023 una tasa de mortalidad por cáncer de 246 por cada 100.000 habitantes.
El dato no es muy útil por sí solo ni si se compara con el de otras naciones, ya que la detección –alta en los países más desarrollados– altera la evaluación de los números sin contexto. Pero si se compara con los años anteriores en la propia Isla se observa un crecimiento significativo, desde los 225 de 2019. La entrevista que este martes publica el diario provincial Escambray con el jefe de oncología de Sancti Spíritus pone de manifiesto el empeoramiento de las condiciones del sistema de Salud, que provocan una diagnóstico cada vez más tardía y, por tanto, potencialmente mortal.
“Pensar en el cáncer nos evitaría los diagnósticos en casos avanzados y, créanme, la mejor solución para el cáncer es el diagnóstico temprano”, reflexiona Jorge Álvarez Blanco. “Penosamente –continúa–, la mayoría de los que estamos tratando en este mismo momento en consulta ya son casos en etapas tres y cuatro. Fíjese qué tristeza, qué realidad más lamentable, estamos utilizando los pocos y costosos recursos con que contamos para los que en muchos casos ya no se van a poder curar”.
“Penosamente –continúa–, la mayoría de los que estamos tratando en este mismo momento en consulta ya son casos en etapas tres y cuatro"
La entrevista está centrada en los tumores potencialmente evitables y cómo prevenirlos, un punto en el que surgen algunas cuestiones de interés. Por ejemplo, que el cáncer más común en la Isla es el de piel, entre otras razones por la falta de cultura de protección. En Cuba, los protectores solares son un producto más popular entre los turistas –la mayoría se venden en tiendas de hoteles o en divisas y los pocos que se ven en redes sociales no tienen gran demanda– que entre la población, donde no ha calado la idea que los peligros del cáncer de piel que, el propio doctor minusvalora. “Debido a la exposición al sol, al clima tropical, a la aún insuficiente cultura de protegerse por la no disponibilidad de buenos protectores, etcétera… Esta es una enfermedad que tiene muy poca mortalidad y, por tanto, a veces hasta la omitimos”, señala.
Álvarez destaca, por su gravedad e incidencia, el de pulmón, directamente vinculado al tabaquismo. Le siguen el de próstata y colon, por delante del de mama, el que mejor pronóstico tiene a priori. Pero el escollo sigue siendo la detección, tardía por la escasez de herramientas de diagnóstico. “Esto lo realizan todas las especialidades, según el área que atienden y después nos lo remiten a nosotros. Nos están llegando la mayoría de los cánceres en etapas no curables”, alerta.
El oncólogo pone como ejemplo los tumores en el colon, que se curan en un 80% cuando se detectan en las primeras etapas, pero que en la provincia se están diagnosticando ya cuando hay oclusión intestinal. En algunos países, como España, está sistematizada para toda la población mayor de 50 años una prueba de cribado que se realiza en casa a través de un sencillo kit que analiza un laboratorio y permite hallar sangre oculta en heces, un posible síntoma de este tipo de cáncer.
Álvarez afirma que los hospitales no están mal dotados para los tratamientos y que incluso cuando las partidas presupuestarias de cada centro se detallaban –comentario del que se deduce que ya no lo están– el 90% iba a oncología, que requiere una gran cantidad de recursos. No obstante, admite que las cosas no están bien. “Necesitamos medios diagnósticos muy precisos, como tomografías disponibles abiertamente, incluso para evaluar cómo va la respuesta después que vamos aplicando los tratamientos, si estos son efectivos o no, si debemos cambiarlos o agregar medicamentos. También tenemos problemas para saber la etapa exacta en que está el tumor por la carencia de los medios diagnósticos”, añade.
Más grave aún es la carencia de máquinas de radiación, una de las terapias más comunes para reducir o eliminar un tumor y que necesita el 60% de pacientes. “Cuba tiene ocho unidades de radioterapia distribuidas en el país, pero hace cerca de un año que no podemos irradiar ningún caso en Villa Clara porque ha habido dificultades de distintos tipos con el equipo, en su renovación en la licencia, ya que es energía nuclear con fines humanos”, advierte. Según el oncólogo, el problema es complicado, porque hay más provincias en situación similar, como Holguín o Matanzas y hasta La Habana. “Irradian 60 o 70 pacientes en un país que ha estado sin un equipo en algún momento. Es bien complejo no poder disponer de radioterapia”.
“Irradian 60 o 70 pacientes en un país que ha estado sin un equipo en algún momento. Es bien complejo no poder disponer de radioterapia”
No es la única carencia preocupante. El doctor advierte de que, a pesar de que el Ministerio de Salud hace “esfuerzos”, en Sancti Spíritus hay escasez de algunos citostáticos (medicamentos que frenan el crecimiento de algunos tumores) del cuadro básico de medicamentos, del que hace apenas unas semanas se supo que estaba al 50% en la provincia.
“Muchas veces no tenemos el tratamiento en el momento oportuno, los esquemas de quimioterapia los conforman hasta cuatro medicamentos y estos no tienen alternativa. Son los cuatro o ninguno. Eso complejiza el tratamiento en una enfermedad que no permite esperar y nos obliga a tomar decisiones individuales”, admite. Solo la inmunoterapia tiene garantía de estabilidad, aunque –otro problema– los productos que mejores resultados están ofreciendo a nivel internacional no están disponibles en Cuba.
Álvarez aprovechó buena parte de la entrevista para alertar de que un estilo de vida saludable es la mejor herramienta para prevenir el cáncer y recomendó los habituales consejos que no siempre son sencillos de seguir en la Isla, entre ellos el consumo de productos frescos –frutas y verduras–, la práctica regular de ejercicio y la eliminación del tabaco y el alcohol.
Además, insistió en la importancia de no dilatar la consulta con el médico ante cualquier signo de que algo va mal, desde la pérdida de peso a los cambios intestinales, bultos, manchas o tos reiterativa. “No quiero pasar por alto lo complejo que se hace este tema para la Atención Primaria de Salud, que es la primera barrera porque está bien preparada y diseñada, pero realmente no cuenta con todas las condiciones para estudiar las señales de esta enfermedad. Pensar en el cáncer nos evitaría los diagnósticos en casos avanzados y, créanme, la mejor solución para el cáncer es el diagnóstico temprano”.