Díaz-Canel llega a Rusia para asistir a los actos de la victoria sobre los nazis y negociar acuerdos
Diplomacia
Cuba “es nuestro aliado clave en la región, siempre podrá contar con nuestro apoyo", asegura el embajador en La Habana
Madrid/Unas horas antes de llegar a Rusia este domingo, el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, asistió a dos puestas en escena que demuestran la intención de La Habana y Moscú de seguir profundizando sus acuerdos. Encabezó, al amanecer del sábado, una ceremonia en el Mausoleo al Soldado Internacionalista Soviético, a las afueras de La Habana, por el octogésimo aniversario de la derrota del ejército nazi en el frente oriental. Por la tarde, en el Palacio de la Revolución, dirigió un acto para celebrar los 65 años del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre el régimen castrista y la Unión Soviética.
El dirigente cubano y el canciller, Bruno Rodríguez participarán en los fastos del próximo 9 de mayo, Día de la Victoria en la Segunda Guerra Mundial, llamada Gran Guerra Patriótica por los rusos. “Me siento como en casa”, dijo Díaz-Canel en declaraciones recogidas por la prensa oficial, al llegar a San Petersburgo, primera parada de su visita oficial.
La “intensa agenda”, informó Presidencia de Cuba, incluirá “visitas a importantes centros científicos del sector de la biotecnología, la energía y la inteligencia artificial”.
“En los últimos años, hemos avanzado mucho, pero vamos por más”, había expresado el embajador ruso en La Habana, Víktor Koronelli, en el acto vespertino del sábado, donde aseguró que “Cuba siempre podrá contar con el apoyo de Rusia”. La “gran tarea conjunta”, añadió, es “hacer realidad todos los planes y proyectos, siempre en bien de nuestros pueblos hermanos; y no tengo dudas de que trabajando hombro con hombro, pese a todos los designios de nuestros adversarios, superaremos las dificultades”.
La organización del evento era, para el diplomático, “una evidencia bien clara de la solidez y madurez de las relaciones que hoy día unen a nuestros países”.
Koronelli afirmó también que la Isla tiene para Rusia “un lugar especial” –“Es nuestro aliado clave en la región”, aseveró– y que los acuerdos bilaterales actualmente “cobran nuevo impulso”, caracterizados por “un fluido intercambio en todas las esferas”. Sin dar mayor concreción, refirió que ambos países buscan “promover los proyectos conjuntos mutuamente beneficiosos en el ámbito de la energía, la industria, el turismo y muchos otros”.
A modo de ejemplo, mencionó la reciente reunión, en La Habana, entre ambas partes, para analizar “el avance de las iniciativas existentes”
A modo de ejemplo, mencionó la reciente reunión, en La Habana, entre ambas partes, para analizar “el avance de las iniciativas existentes” y donde “se trazaron los lineamientos de las futuras actividades”. En esa ocasión, la visita de los funcionarios del Kremlin, encabezados por Dmitri Chernishenko, comenzó no en la capital sino en Santiago de Cuba, donde visitaron la tumba de Fidel Castro, en el cementerio de Santa Ifigenia.
Una semana antes, durante una reunión en Moscú con el presidente del Parlamento cubano, Esteban Lazo, Chernishenko urgía al régimen cubano a una mayor y más rápida apertura a la inversión rusa, hasta ahora obstaculizada por la cúpula.
Lazo, presente en el evento de la tarde del sábado, señaló que la agenda económica bilateral “ha permitido proyectar y orientar los esfuerzos en correspondencia con el plan Nacional de Desarrollo Económico y Social de Cuba hasta el año 2030”, así como fortalecer “los lazos económicos y comerciales en sectores esenciales, como el energético, la agricultura, el transporte, las industrias, el ferroviario, las comunicaciones, el turismo, la biotecnología y la industria farmacéutica, entre otros”.
Más que ofrecer detalles sobre estas cuestiones, sin embargo, las intervenciones se limitaron a expresar la “gran afinidad” de posturas que ambos países comparten en los foros internacionales “en lo que se refiere a la primacía del derecho internacional, los principios de la soberanía nacional y no intervención en los asuntos internos de otros Estados”, en palabras del embajador ruso, que tampoco mencionó la invasión de su país a Ucrania, que desencadenó, en febrero de 2022, una guerra que todavía perdura.
"Que este aniversario no sea solo un momento de reflexión sobre el camino recorrido"
Lejos de ello, el diplomático ruso había declarado en el acto de la mañana: “Lamentablemente somos testigos de los intentos de tergiversar la verdad sobre la Segunda Guerra Mundial, por aquellos que llevan a cabo una política basada en mentiras y falsedades, provocando conflictos regionales e incitando el odio entre los pueblos”. Y añadió: “Nuestro deber sagrado evitar que se repita la contienda global, hoy nuevamente tenemos que aplastar a los seguidores de la ideología nazi”.
Rusia, insistió Koronelli por la tarde, “seguirá apoyando a Cuba en su justa demanda de poner fin, lo más pronto posible, de manera completa e incondicional, al bloqueo cruel e inhumano contra la Isla y a la injusta y criminal inclusión de la República en la lista de los países supuestamente patrocinadores del terrorismo, infundada, por el Gobierno de Estados Unidos”.
En un momento dado, el presidente del Parlamento cubano puso sobre la mesa un deseo más: “Que este aniversario no sea solo un momento de reflexión sobre el camino recorrido, sino un asidero hacia un futuro más próspero para ambas naciones, por la certeza de que avanzaremos juntos en ese objetivo por el bienestar de nuestros pueblos”.