Llevar agua potable a los hoteles de los cayos, una operación costosa
Turismo
Decenas de kilómetros de tubería en mal estado y cuatro estaciones de bombeo dan servicio a los turistas
La Habana/En Cuba, los turistas también tienen que estar agradecidos con la Revolución. Así lo sugiere al menos Invasor, que este miércoles salió a defender la titánica tarea que es llevar agua desde Ciego de Ávila hasta los hoteles de la cayería norte. Tras el simple gesto de abrir una llave en uno de los balnearios están decenas de kilómetros de conductoras construidas con el “sacrificio” del país, asegura el diario, un servicio en el que ninguno de los vacacionistas, muy ocupados en disfrutar de su descanso, se pone a pensar.
El artículo llega un día después de que 14ymedio diera la noticia del cierre de los hoteles, todos ellos de lujo, de Cayo Cruz, en Camagüey, por problemas con el abasto, y el traslado de los huéspedes a otras instalaciones de Ciego de Ávila. Sin embargo, el periódico oficial no menciona ni una vez el incidente y, por el contrario, presenta su información con tono triunfalista.
Invasor se desgasta en exponer números y datos que demuestran que, en la práctica, el abasto a los cayos le queda grande a la provincia. El agua, explica, proviene del municipio de Morón, específicamente de las cuencas de Patria III y Los Satos, que enfrentan “el estratégico reto de responder a la demanda de 1.831 usuarios, de los cuales 1.665 son núcleos del sector residencial asentados en el consejo popular Turiguanó y el resto inmuebles o estructuras estatales: 24 hoteles, dos villas y 140 instalaciones extrahoteleras”.
Se han instalado 167,9 kilómetros de conductoras de agua y otras redes de abasto “a todo lo largo del pedraplén y más allá de él”
En total, añade, se han instalado 167,9 kilómetros de conductoras de agua y otras redes de abasto “a todo lo largo del pedraplén y más allá de él” –en los últimos años se han reparado cerca de 64 kilómetros–, además de 48,7 kilómetros de redes para aguas residuales.
Para mover esa cantidad de agua, subraya, se necesitan cuatro estaciones de bombeo, ubicadas en Cayo Coco (dos unidades), Cayo Guillermo y Cayo Romano. Todas están “debidamente equipadas”, presume el diario, y pueden almacenar en conjunto hasta 5.000 metros cúbicos.
En temporada alta de turismo, durante los meses de invierno, cuando crece la demanda, la cayería puede llegar a necesitar hasta 200 litros por segundo. “Patria III y Los Satos, sin embargo, están en condiciones de tributar 140 y 210 litros por segundo, respectivamente, caudal que podría responder incluso a demandas del polo con la inserción de nuevas instalaciones previstas en el plan de ordenamiento territorial”, asegura Invasor.
Si la situación es óptima, como argumenta el periódico provincial, y se espera lo mismo del resto de instalaciones hoteleras, ¿qué sucedió entonces en Cayo Cruz? Invasor no lo dice, pero su defensa grandilocuente deja clara dos cosas: incluso con los medios necesarios, llevar agua a través del pedraplén supera la capacidad de Recursos Hidráulicos; y, en medio de una sequía desastrosa y con la mayoría de los sistemas de abasto interrumpidos o rotos, el turismo sigue siendo una prioridad.
Justo ayer el periódico daba cuenta de la situación del agua en la provincia, que reporta “roturas, sequía hidrológica –como promedio, las presas están al 41% de llenado– e importantes complicaciones a causa de la crisis energética”. Como consecuencia, solo en la ciudad cabecera el suministro (ciclos) ha llegado a ser cada nueve días y, en un día, pueden verse afectados hasta 10.000 habitantes.
"El déficit de combustible también tiene otras implicaciones, como es la limitación del tiro de agua por pipa"
Según la directora general de Acueducto y Alcantarillado, Miroslava Reyes, de 196 bombas de agua que hay en el territorio, cinco están “inoperantes por problemas técnicos”. El número no es significativo, señala el diario local, pero “agrava una situación rebosada en problemas”.
Las fuentes alternativas tampoco solucionan nada: “El déficit de combustible también tiene otras implicaciones, como es la limitación del tiro de agua por pipa. En dependencia de estos aseguramientos, se utilizan hasta 15 tanques durante un día, sobre todo para servicios vitales, sin cumplir toda la demanda poblacional”, admite el diario.
No obstante, mientras las conductoras de los cayos se renuevan periódicamente y las bombas trabajan como relojes suizos para llevar agua a los turistas, la única solución que ha encontrado Acueducto y Alcantarillado al deficiente abasto a la población ha sido arreglar salideros –300 en los dos últimos meses–, para evitar que se siga desperdiciando agua.
Por ello resulta sorprendente la situación de Cayo Cruz, de la que no se han ofrecido explicaciones. Una publicación de este miércoles de Dairon Castro, administrador de las redes sociales de uno de los establecimientos de lujo del enclave, Sanctuary White Sands, lamenta que la situación siga en las mismas.
“Con gran pesar les informo que a pesar del esfuerzo realizado aún no se ha podido terminar de solucionar la situación con el suministro de agua en el Polo Turístico Cayo Cruz. Se continúa trabajando intensamente. La orientación hasta ahora para los clientes extranjeros es mantenerse en contacto con sus agentes de viaje, ellos les explicarán cómo proceder, y para los clientes nacionales, deben ponerse en contacto con los burós donde hicieron sus reservaciones para que les den la información sobre todo lo concerniente con respecto a sus reservas”, escribió.